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Alvarado goleó y sueña con la clasificación

DSCN0124Ante un rival que llegaba lleno de problemas, Alvarado jugó con mucha seriedad y lo encaró como una final, para no dejar dudas, golpear rápido, meter seis y poder haber terminado con un resultado más catastrófico aún. Fue 6 a 0 sobre Alianza de Cutral Có en el José María Minella, por la undécima fecha de la Zona A de la Reválida, para quedar como puntero, sacar una buena diferencia de gol y quedar a un paso de la clasificación cuando restan dos jornadas para el cierre.

La diferencia que hubo en el primer tiempo, indicaba que si Alvarado se iba al descanso ganando al menos por cinco goles, nadie podría haber dicho nada. Pero apenas (por esa diferencia) se fue al descanso con dos goles de ventaja. Lo más importante ante un rival que llegaba envuelto en problemas, que estuvo a punto de no viajar y que vino con sólo 13 jugadores, era tratar de abrir rápidamente la cuenta para no dejarlos agrandar y que la presión se volviera más grande con el correr de los minutos.

Ese objetivo se cumplió. Después de desperdiciar tres chances, a los 4′ Fabián Castillo agarró un rebote en el borde del área chica, punteó al fondo del arco y a partir de ahí era cuestión de ver cuántos goles le terminaba haciendo. Entonces, las situaciones se empezaron a acumular y desperdiciar. Por mérito de Lenar Gallegos algunas, por fallas en la definición otras y por egoismo en el resto. El autor del primer gol le sacó pintura al caño izquierdo con una exquisita definición por arriba y no llegó a puntear un par más. Francisco Molina lastimó con su potencia por la izquierda y llegó al fondo con centros bajos que no pudieron aprovechar los delanteros. Leonardo Roda no estuvo fino en la definición y perdió dos ocasiones clarísimas dentro del área. Ricardo Sendra también pudo haber marcado y hasta Rodríguez Rendón que quizo pincharla por encima del “1” y la tiró apenas afuera.

Pero el segundo en algún momento iba a caer, y fue de la forma menos pensada, o por lo menos menos intentada. Porque como el equipo entraba por todos lados, casi siempre había un pase más para buscar definir cerca. El que cambió eso fue Damián Luengo, que se encontró con la pelota en la medialuna y, de primera, abrió el pie para colocarla contra el caño izquierdo de Gallegos. La diferencia ya era más tranquilizadora, pese a que Alianza no se había acercado a Aldo Suárez, que recién tocó la pelota a los 30′ para despejar un pase atras de Ramiro Jorge.

Hasta el cierre de la etapa, pudo haber más goles, pero la mala puntería impidió que eso sucediera e, igualmente, se fuera al descanso con un cómodo 2 a 0.

Consciente que los goles podían ser determinantes para la clasificación, el “torito” salió igual a la segunda mitad y, luego de dos ocasiones desperdiciadas, a los 3′, Molina metió un córner preciso y Ramiro Jorge, sin oposición, eligió el lugar dónde poner el cabezazo para el 3 a 0. El objetivo era hacer la mayor cantidad de goles posibles y, por eso, el equipo no sacó el pie del acelerador. Gallegos salió rápido para ganarle a Sendra en dos oportunidades que la pelota le quedó apenas larga y era, por lejos, el mejor jugador visitante.

Alvarado seguía yendo al frente y los espacios eran cada vez más amplios, contra un rival que estaba destrozado anímicamente. Todos se lucían, todos llegaban y Rodríguez Rendón, que había estado cerca en el primer tiempo, se encontró solo de cara al arco a los 9′ para sellar el categórico 4 a 0. Cada vez que pasaba la mitad de la cancha, parecía que podía terminar en gol. Era cuestión de acertar el último toque, como hizo Roda a los 20′, que empujó al fondo otro gran desborde de Molina que, luego de eso, se fue reemplazado para la ovación.

Duilio Botella agotó los cambios con los ingresos de Castro, Tello y Pennisi, pero el que apareció para firmar el sexto tanto fue Fabián Castillo, luego de una buena jugada colectiva que comenzó Corti, que continuó Rodríguez Rendón y terminó de definir el “10” llegando a la media hora. La diferencia ya era lo suficientemente amplia, entonces Alvarado empezó a ganar confianza moviendo la pelota, jugando corto, llevándola de un lado a otro y cuando aparecía el lugar profundizaban.

Podría haber llegado el séptimo y hubiera estado bien. No se pudo, pero igual más no se podía pedir. Alvarado tenía que ganar, golear y gustar y lo hizo completo, para quedar en la cima de la Zona A, para ser el equipo con mejor diferencia de gol y para soñar cada vez más con una clasificación que está muy cerca.

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