Lo que hace tiempo parecía impensado y a 23 años del último enfrentamiento entre sí, con el bajísimo nivel demostrado por Aldosivi en la Liga Profesional de Fútbol. Último en la tabla general y el peor promedio de los 28 equipos de Primera división con 1.020 de coeficiente, muchos hinchas avizoran que una nueva edición del superclásico marplatense se llevará a cabo la próxima temporada, en tanto y en cuanto el “Tiburón” no pueda mantener la categoría y Alvarado permanezca en la Primera Nacional.
Sumergido en el fondo de la tabla con tan solo 13 puntos recolectados en 21 partidos disputados, 3 partidos ganados y 14 perdidos. Sin respuestas futbolísticas ni anímicas, y con serios problemas institucionales (barras incendiaron algunos automóviles pertenecientes a los futbolistas debido a la falta de resultados), el panorama de los portuenses es lo más parecido a una desgracia con final anunciado.
Nombres de fuste sumado a varios jugadores jóvenes provenientes de otras instituciones, conforman un plantel rico en nombres propios que navegó en la intrascendencia durante gran parte del torneo, y a tan solo 6 fechas para la finalización del mismo, el descenso de categoría es inminente.
En la vereda de enfrente, Alvarado no está para festejar ni mucho menos, ya que de campaña discreta el “Torito” pugna por sumar valiosos puntos en la recta final de la competencia, para no tener que depender de resultados ajenos y por ende no bajar de divisional.
En el horizonte todo hace pensar que los clubes más representativos de la ciudad en lo que ha fútbol se refiere, se volverán a cruzar el año que viene por los puntos, después de 25 años, siempre y cuando el titular de la AFA Claudio “Chiqui” Tapia y su séquito de impresentables, así lo dictamine, ya que en la calle Viamonte por estas horas, están tramando cambiar de formato la Liga Profesional y de esta manera anular los descensos en el 2023.
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