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Acantilados: Cuando todo tiene gusto a poco y no se hizo lo suficiente

Nadie piensa en morir en lo que considera las mejores vacaciones de su vida. Muy desgraciadamente le ocurrió a Juan Florez Estrada de 39 años y proveniente de España.

Las respuestas que siempre llegan después de una tragedia como la ocurrida el domingo, sólo sirven para explicar cuál es la diferencia que existe en la vandalización de los carteles de emergencia, con una muerte absurda y evitable, con formar una mesa de trabajo o declarar al lugar como Zona de Manejo Crítico Prevencional. Es la nada misma.

Será la justicia la que determinará cuáles fueron las causas de la caída, si hubo o no bubo desmoronamiento y si la víctima incurrió en un exceso al intentar su mejor foto con el mar a su espalda.

Ese sector de playas está súper poblado, las playas hasta lucen desbordadas y los autos sólo se pueden dejar a dos o tres cuadras, porque no hay lugar tampoco para estacionar. Dónde hay que ir a fondo en las responsabilidades políticas, si surge un perjuicio a partir de lo ocurrido el domingo serán los contribuyentes quienes deberán pagar el daño que se ha causado.

Y cobran valor los antecedentes y son abrumadores. No sólo es armar una mesa de trabajo para debatir algo que ya está consabido. Hay gusto a poco en la intervención de la Municipalidad de General Pueyrredón.

Por ejemplo las playas al pie de los acantilados, ¿son seguras para su habilitación como balnearios? Se debe establecer un canon, se desconoce si está establecido o cómo está reglamentada la explotación de todo ese sector con barrancos pronunciados. ¿Son permisos precarios?

Es también como una declaración de emergencia, de toda esa zona tan codiciada por los turistas que la ocupan hasta el borde de la saturación. Quienes concurran están exentos que no se desprenda un bloque y cause una nueva tragedia.
¿El Manejo Crítico Prevencional, contemplará por ejemplo la clausura de unidades turísticas fijadas en la zona?.¿El equipamiento de cartelería ha sido suficiente y ha sido reemplazado tras sufrir el vandalismo que se denunció? ¿De quién es la jurisdicción, de quién es la competencia que debe controlar el funcionamiento?

Una vez más hay que asegurar que lamentablemente hay demasiado gusto a poco. El intendente Guillermo Montenegro no ha dado la cara después del hecho que golpea muy duramente a la actividad turística. Es una mecánica que utiliza en estos casos o similares cuando ha recurrido a una foto con Sergio Berni, por ejemplo.

Hoy habría que preguntarse si el superávit que dice haber conseguido como cierre del ejercicio 2023, es real o pudo haber sido menor si invertía en señaléctica y otras medidas de prevención que incumben a Defensa Civil. Tras el hecho fue Rodrigo Goncálvez quien debió salir a poner la cara frente a la tragedia que enluta a los marplatenses.

Toda la prensa nacional reflejó en sus respectivos espacios lo acaecido en Mar del Plata. Con el país encerrado es de rigor venir a las playas con balnearios a disfrutar, pero no a morir por la imprevisión que claramente emana de decisiones políticas. Hay un orden de prioridades que está en desfalco y no es sólo el estado de las playas en los acantilados.

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