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Abad tuvo un cierre para el olvido: La división radical lo dejó sin poder en la definición

 

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Fuera de competencia activa donde se definen las candidaturas y no en la rosca previa como acostumbra, se apagó la influencia de Maximiliano Abad, que pasó de ser un candidato virtual a la vice presidencia de la Nación a postularse como senador nacional sólo con un valioso significado personal. No obstante una gruesa cantidad de intendentes respondieron al llamado de Gustavo Posse y pasaron a alinearse en el armado de Larreta y Santilli.

El caso más notable es como se adelantó fue la incorporación del intendente radical más importante del interior bonaerense, Miguel Lunghi (Tandil), que no le perdonó a Bullrich que haya respaldado en su distrito a su principal rival interno, el radical Marcos Nicolini, auspiciado por el diputado provincial marplatense. Abad ya le había entregado su bagaje radical a Guillermo Montenegro, sin ofrecer resistencia dejando por primera vez a la UCR sin candidato a intendente en General Pueyrredon el partido más importante del interior de la Provincia de Buenos Aires.

Como contrapartida la joven Aldana Echeverría luce su precandidatura  a diputada provincial en tercer lugar por la Quinta Sección Electoral, y desde su sector denunciaron que no le permiten acceder al local partidario que se encuentra cerrado con llave y no se permite el debate interno.

Diego Santilli sacó una ventaja importante en el medio del cierre de listas y como anticipó LPO, sumó a varios intendentes que estaban con Patricia Bullrich, emergiendo con un armado mucho más sólido de lo que se esperaba, producto de la defección de Abad que lució abandónico salvo cuando tuvo que defender la suya, abandonando los intereses generales de la UCR. No fue a internas pese a ser el presidente del comité de la UCR en la Provincia de Buenos Aires y las evidencias indican que su rival en la disputa interna Gustavo Posse resultó más determinante volcando inesperados apoyos que abandonaron la línea oficialista, conducida por Abad.

Sobre el cierre sumó el respaldo del intendente de Patagones, el macrista José Luis Zara,  y de Pringles, el vecinalista Lisandro Matzkin. Ambos estaban en el armado de Bullrich. Pero el golpe más fuerte lo dio en el radicalismo bonaerense alineado con Maximiliano Abad, candidato a senador nacional en la boleta de la ex ministra de Seguridad.

“Quieren la V”, resumió un encumbrado armador seccional de Juntos en la Quinta al describir el reclamo de “todos” los intendentes radicales de su sección que, a menos de doce horas del cierre, se mostraban dispuestos a desengancharse de la boleta de Bullrich.

Frente a eso, en la conducción del Foro de Intendentes UCR que preside el flamante vice de Grindetti, Miguel Fernández, comenzaron a activar un operativo tendiente a desactivar algunas listas que desafiaban a alcaldes radicales.

Un caso testigo fue Arrecifes, donde el intendente Javier Olaeta presionó fuerte para bajar la lista apadrinada por el ritondismo y terminó cerrando con Santilli y Larreta.

Un caso testigo de eso fue Arrecifes, donde el intendente Javier Olaeta presionó fuerte para bajar la lista apadrinada por el ritondistmo y liderada por el concejal Fernando Bouvier. Según pudo saber LPO, el jefe comunal se había mostrado intransigente con Grindetti, Ritondo, Abad y Fernández: si no se bajaba Bouvier, él se iba con Larreta.

Llamadas de Ritondo mediante, Bouvier había cedido y se aprestaba a bajar la presentación de su lista. Pero a menos de dos horas del cierre, se conoció el dato de que Olaeta había cerrado con Santilli, lo que reactivó la presentación de la lista de quien será su rival interno. Quienes analizan esa maniobra de Olaeta y su cierre con el larretismo, afirman que el intendente no le perdona a Bullrich el video reciente en el que la exministra habló directamente de casos de “corrupción” en la gestión local.

Otro pase de última hora al larretismo fue el del intendente de Chacabuco, Víctor Aiola, que será candidato a diputado provincial por la Cuarta. Aiola era uno de los poco intendentes que se mostraban alineados a Facundo Manes y que, tras la decisión del neurólogo de no competir, reorientó su estrategia hacia Santilli. Para la intendencia, impulsa a Alejo Pérez, quien tendrá que competir con el bullrichista Fabio Di Palma.

Como se adelantó adelantó la incorporación del intendente radical más importante del interior bonaerense, Miguel Lunghi (Tandil), que no le perdonó a Bullrich que haya respaldado en su distrito a su principal rival interno, el radical Marcos Nicolini.

En el equipo de Santilli destacan que no ocurrió la famosa estampida de intendentes que vaticinaban los de Bullrich. Son 22 los intendentes de Juntos en la provincia de Buenos Aires que se inclinaron por el larretismo.

En General Arenales, a dos años de asumir su banca, la senadora Érica Revilla tuvo que volver a presentarse como candidata a intendente frente a las tensiones crecientes con el dirigente que la reemplazó en el municipio, Edgardo Battaglia, quien desde comienzos de año se desmarcó de Revilla, participando de encuentros con Gerardo Morales y Gustavo Posse.

Otros intendentes del sector de Abad que se definieron por Larreta y Santilli son Salvador Serenal (Lincoln), Román Bouvier (Rojas) y Martín Randazzo (La Madrid). También decidió competir desde esa línea Franco Flexas (Los Toldos), quien venía moviéndose con relativa autonomía en la interna radical.

Estos intendentes recientemente incorporados por Santilli se suman a otros radicales que ya venía articulando en ese espacio desde el possismo y Evolución, como Miguel Gargaglione (San Cayetano), Matías Rappallini (Maipú), Facundo Castelli (Puan) y el propio Gustavo Posse (San Isidro).

Los intendentes Lunghi, Matzkin y Posse.

 

Estas incorporaciones que complejizaron el cierre de Bullrich y Grindetti son analizadas con entusiasmo desde el búnker de Santilli. El dato que destacan es que son 22 los intendentes de Juntos en la provincia de Buenos Aires que se inclinaron por el larretismo, sumando a ellos los casos de Mar del Plata y Vicente López que tendrán V.

Además de los radicales mencionados, con Santilli juegan los intendentes PRO Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Sebastián Abella (Campana), Javier Martínez (Pergamino), Gustavo Perie (Ramallo), Francisco Ratto (San Antonio de Areco), Pablo Petrecca (Junín), José Luis Zara (Patagones), Ezequiel Galli (Olavarría), Julio Garro (La Plata) y el vecinalista de Pringles Lisandro Matzkin.

En término de peso por electores, cerca de Santilli destacan que la relación de fuerzas con respecto al caudal de intendentes del bullrichismo es de 60-40 en favor del larretista.

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