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Abad colocó a un amigo K encabezando la lista de Bullrich y 6 intendentes se fueron con Santilli

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Luego del cierre de listas, se van conociendo detalles de las jugadas políticas que dejaron a cientos de heridos en el radicalismo.

En su momento, lo primero que se evidenció fue la bronca por lo que varios dirigentes radicales consideraron un negocio personal de Abad. “Arregló con el PRO, otra vez, y firmó como Senador Nacional. Sabíamos que iba a pasar, pero no lo quisimos ver”. Esas declaraciones, que ya mencionamos en un artículo anterior, no reflejaban, como creíamos, el motivo por el que muchos líderes de distintos distritos del interior que estaban con Abad, comenzaron a llamar a Posse para llegar a Santilli.

Evidentemente y como ellos mismos se cansan de decir, que Abad suele arreglar para su conveniencia primero y si sobra algo, es para el partido, fue sólo lo que se atrevían a expresar ante conocidos o periodistas de confianza, pero que no son parte del partido radical.

Puertas adentro, lo que detonó la bronca en la militancia fue que Abad, además de asegurarse para sí un lugar como senador, operó y logró colocar como primer candidato a diputado por la quinta sección electoral a un amigo suyo. Diego Garciarena, además de amigo personal de Abad, es un admirador de Cristina Kirchner. Trabajó duramente para la instauración de la ley de medios del kirchnerismo, fue concejal del Frente para la Victoria y pre candidato a intendente con Cristina Kirchner como candidata a Presidenta.

Cuando los mensajes y llamadas confirmaban que era verdad, que Garciarena encabezaría la lista de Bullrich a pedido de Abad, seis intendentes pegaron el portazo y dieron el salto al sector de Santilli y Posse.

No olvidar: Garciarena, como cualquier argentino, tiene todo el derecho a pensar libremente, admirar a quien quiera y el derecho a ser candidato a todo cargo que la constitución le permita.

Lo que hizo explotar al radicalismo no es Diego Garciarena, ni que vaya a ser diputado, sino que lo hará representando al ala dura del PRO y gracias al pedido de quien debería representar a sus afiliados radicales.

Maximiliano Abad, presidente del radicalismo bonaerense, puso a un radical ultra k encabezando la lista de Patricia Bullrich. Lo habría hecho porque es su amigo, pero para ello dejó afuera a cientos de dirigentes del radicalismo que militan en Juntos por el Cambio. Obviamente, además de cientos de radicales que hubieran merecido el lugar hay otros cientos del PRO, la CC y hasta del peronismo anti k que milita en Juntos por el Cambio.

La capacidad de rosca de Abad logró lo impensado: Cristina Kirchner tendrá un diputado afín en el bloque de diputados bonaerenses de Juntos por el Cambio.

Fuente 

Agencia País

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