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El «efecto mariposa», aquella sucesión de eventos por las que se dice que su aleteo puede generar un tifón al otro lado del mundo, de la victoria de Talleres sobre River en los penales de la Supercopa Internacional ocurrió, en realidad, hace varios meses. Fue Gastón Benavídez, el héroe de la T en la tanda, el encargado de revelar el motivo por el que decidió cambiar el lugar donde iba a ejecutar su remate, algo que pudo haber modificado el resultado.
Luego de la falla de Manuel Lanzini, el lateral derecho se hizo cargo del primer tiro del elenco cordobés en el mano a mano. Y no erró: batió a un Pulpo que venía de detener dos -a Ortegoza y Tarragona- con un disparo abierto y al ángulo, mientras su rival se quedaba en el centro del arco.
Sin embargo, el oriundo de Morteros reveló que estuvo muy cerca de que el arquero del Millonario adivinara sus intenciones. «Abrí el pie, pero iba a patear al medio. Ayer hicimos unos penales entrenando y pateé dos así. Guido (Herrera) me dijo que no me la iba a atajar, pero le avisé que abriría el pie», declaró en una entrevista con TyC Sports.
¿Qué fue lo que sucedió para que torciera su resolución? A mediados de 2024, River y Talleres disputaron los octavos de final de la Copa Libertadores. Si bien la Banda ganó la serie en los 180 minutos, 1-0 en Córdoba y 2-1 en Núñez, el Flaco tenía preparado un papel, que luego fue publicado por Conmebol y difundido por TyC Sports, con los datos de los potenciales pateadores rivales, en caso de ir a los penales.
«El año pasado jugamos Libertadores con River y ustedes subieron un machete de la botella de Armani. Ahí decía ‘Benavídez al medio’. Y hoy se quedó parado. Fue por eso que abrí el pie«, continuó el defensor.

Si bien es contrafáctico analizar qué pudo haber pasado, la realidad marca que aquella pequeña modificación del marcador de punta le dio a Talleres, en el estadio la Nueva Olla de Asunción, la segunda estrella de su historia, tras la conquista de la antigua Copa Conmebol, precedesora de la Sudamericana, en 1999.




