La saga de los agujeros negros de la administración de la MGP no sólo no deja de tener vigencia, sino que adquiere un volumen cuya dimensión pasará a ser una fuente de recursos inagotable y se gesta a través de servicios que una administración sana políticamente debe prestar y controlar. Milei corta los víveres y vuelve procedente los negocios vinculados al Estado, deformados y a discreción de la política de turno, en provincias y municipios.
Llamó la atención que la instrumentación de las fotomultas, no estuviera contemplado dentro de los mecanismos de administración de los juzgados de faltas, sino que haya sido tratado como una tecnología especial que se incorporaba a la MGP y cuya capacitación al personal municipal se suministró en instalaciones del Gran Hotel Sasso. Esa movida ya provocó alguna suspicacia.
El recupero de deudas, el estacionamiento medido, el sistema de fotomultas, la publicidad en vía pública y las designaciones de 3 jueces de faltas, para asistir al disminuido elenco actual que debe subrogar debido a las ausencias de nombramientos mencionados, que no surgirían por la falta de acuerdos políticos internos.
En estos cinco ejes, en los cuales se debe incorporar la recaudación de la sobrecargas de combustibles, declaraciones de emergencia y prórrogas de contratos, es una modalidad de contratos, que persiste en valores cartelizados de licitaciones públicas como la recolección de residuos y tratamiento de los mismos en su disposición final.
Es evidente que la “careteada” del “esfuerzo público más los privados”, tiene su máxima expresión en la puesta a punto de la Plaza Mitre a manos de la contratista que maneja la segunda caja de recaudación municipal. Es una cabal demostración del “zurdaje” oficial cuyo control escapa a organismos de control, cuya afinidad escaparía al rigor que por competencia le cabe a la oposición en estos casos. ¿Es superada por la habilidad y connivencia del oficialismo? O lo disimulan muy bien.
En este esquema de participación pública no podía ser ajeno el parasitario Florencio Aldrey Iglesias, quien arma un desfile de empresarios que depositan en una cuenta a la vista. El año pasado fue en el Banco Provincia y ahora no sería raro que el Banco Ciudad desplace a la entidad crediticia bonaerense, debido a lo que ocurriera con el remate de terrenos de la Villa de Paso, que obligó al desplazamiento liso y llano del Colegio de Martilleros. Existe la tentación de incluir al Banco Ciudad en esta lista de innovaciones que inserta el oficialismo con su mayoría propia. No hay razones para descartarlo.
El nuevo zurdaje puede apelar a algún mecanismo de asistencia o bien formar parte de una estructura novedosa (podríamos decir) cómo acceder a todas las cajas de recaudación directa de la MGP. Las restantes TSU, pago de derechos y tasas no convencionales forman parte de los todavía cumplidores contribuyentes marplatenses.
La política está saliendo cada vez más cara, porque la casta ha sabido eludir por evasión y fue oportuna al sumar nuevas estrategias para obtener recursos desde el poder que acumulan para financiar sus respectivas campañas.
“Montenegro cada vez más parecido a Milei… Revive la Villa Victoria con postres y vino” afirma “elretratodehoy”, y Nino Ramella no deja de ser profundo al tocar el tema “lo que solía ser sólo un recuerdo de excursión escolar ahora es el escenario de eventos privados que convocan gente, que generan dinero y, sobre todo, que reviven a la casa”, para preguntarse si “acaso por no haber vivido en Mar del Plata durante mucho tiempo desconoce la historia de lo que ha sido el Centro Cultural Victoria Ocampo desde que la Municipalidad compró esa propiedad”.
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