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El mayor recital del verano: El vínculo obsceno de Montenegro y Aldrey Iglesias

El oficialismo municipal viene de recital tras recital, continúan aprobando partidas y asignando gastos que inevitablemente caerán en abstracto, como los niveles de sub ejecución que desde la oposición no merecen observaciones al respecto. Hay fórmulas que no rinden cuentas. Y quienes tienen la habilidad de instrumentarlas.

Sin embargo, en un clima de fiesta a canilla libre, es inexorable que la MGP camina a ser una inviable prestadora de los servicios por la cual recauda y no cumple, pero distribuye generosamente en sueldos públicos de su vasta planta política, en las dietas y módulos de sus 24 concejales. Todo está sobredimensionado hasta con excesos.

El crecimiento de “cuidacoches” y “trapitos” es un problema desde hace 30 años en Mar del Plata, y hoy se instala en títulos que se reflejan en redes sociales. Montenegro y Kicillof lo potencian porque son funcionales entre sí, se necesitan y máxime en el cenit de la temporada alta.

No han sabido sostener el Estadio Mundialista, hoy virtualmente perdido, pero van por los 24 balnearios de Punta Mogotes, es demasiado burdo e improcedente. Representan el fracaso más el fracaso. No sufren las pérdidas como propias.

La nueva foto de Montenegro, parar entregarle a Florencio Aldrey Iglesias la organización de los festejos del nuevo aniversario de Mar del Plata, es como decir que la participación público privada integrada es ir a cortar el césped, pintar cestos de residuos en la Plaza Mitre y poner empleadas uniformadas a barrer las veredas. Son la careta como emblema.

Para dejar en manos de una contratista que no cumple con sus servicios cobrados a precios cartelizados. Y además, explota un servicio paralelo que factura a empresas y comerciantes gastronómicos, como el caso de CIAGESER. Los mismos también pagan TSU y derechos a la MGP. Los servicios se cumplen con la misma estructura del contrato público. ¿Qué gasto elimina Montenegro? Mientras suelto de cuerpo afirma que “hace 5 años hace lo que dice Milei”.

La empresa de recolección 9 de Julio se lleva la segunda caja de recaudación de la MGP. Las empresas de Florencio Aldrey Iglesias acceden a montos obscenos pagados por la municipalidad (con la de los contribuyentes) por publicaciones (en forma de avisos oficiales) promiscuas en medios digitales como El Atlántico y La Prensa. Además de otras prebendas que por diversos conceptos Scioli entregó durante años desde la gobernación bonaerense.

Con botiquines vacíos y guardias públicas, que no se cumplen en las salas de salud municipales, la prioridad del gasto es selectiva y el poder radica en poder recurrir al bolsillo de los empresarios. Montenegro apela al verso de la participación público / privada para contener las protestas que por todo concepto existen en la ciudad y sientan a regañadientes en la misma mesa a empresarios con intereses en la ciudad.

La sobretasa a la carga de combustibles, que la MGP impuso en las antípodas de las políticas mileistas, es un claro ejemplo del déficit acumulado desde 2019 a la fecha. Hoy en los carteles de obra en vía pública reza que los fondos son provenientes de una sobretasa que es expresamente rechazada por inconstitucional y que afecta el gasto del turismo en esta ciudad.

 

 

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