La soledad de Joaquín de la Torre en el pasaje Victoria Ocampo, el 12 de enero en Playa Grande cuando Mauricio Macri se dirigía a exponer en el Hotel Costa Galana, era la foto de un hombre perdido, una persona extraviada. Todo la militancia del PRO ocupaba todos los sectores nadie se le acercó, pero a él lo dejaron solo. Hasta se hubiera vestido de amarillo en la oportunidad para captar luminosidad.
De la Torre llegó a Mar del Plata también el 2018, para pedirle al ex intendente Arroyo las secretarías de Hacienda y Gobierno, para comenzar el desembarco de Montenegro por orden de María Eugenia Vidal. De La Torre nunca fue bienvenido en el gabinete de MEV, en clara alianza con la campaña desestabilizadora que acompañó el multimedios La Capital, a través de la pauta de la Secretaría de Medios Públicos de la Provincia de Buenos Aires.
Aunque De la Torre ya tiene antecedente como barón del conurbano y lo que ello significa. En 2019, el ex intendente de San Miguel confeccionó un instructivo para cortar la boleta de Mauricio Macri, para no perder la elección local. No sólo lo hizo en ese municipio sino que distribuyo el “paper” para usar la tijera.
En los distritos adyacentes al municipio de San Miguel se estimó que Mauricio Macri perdió el 50 % de los votos que impidieron su reelección en 2019. Hoy es uno de los candidatos que patrocina Patricia Bullrich, ¿se trata de desinformación o arreglos políticos por un puñado de votos?
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