El intendente Guillermo Tristán Montenegro, es uno de los más afectados por las turbulencias políticas que se registran en las máximas esferas políticas no sólo del PRO sino también de Juntos por el Cambio.
Según una calificada fuente de La Nación + el jefe comunal es uno de los más perjudicados por la movida rupturista que lo tiene como excluyente perjudicado en Mar del Plata. Montenegro cuenta con la protección política de la UCR y la CC, que junto con el PRO están inmersos en una disputa por posicionamientos, que son el verdadero reflejo de la decadencia política de este país, que permite el arribo al podio de la contienda a libertarios como Javier Milei.
El solapado Montenegro, mantiene tapado a todo su gabinete en las acciones políticas, funcionarios amordazados entre ellos 130 integrantes de su planta política que no tienen ni voz ni voto a la hora de la participación, son profesionales de la actividad que cobran religiosamente todos los meses de los aportes que se recaudan a través de los contribuyentes marplatenses.
Este circo armado se va agrietando por una pésima gestión y aunque los sondeos favorezcan, Montenegro va a pasar a la historia como el peor mandato que registre la ciudad. Aún no se ha detectado o permanece cubierto por anti kirchnerismo, un déficit de actitud y aptitud que se observa en todas las áreas comunales, que gozan de los beneficios pautados a través de la comunicación de los actos de gobierno.
La connivencia es tal que la UCR y la CC, se han ubicado a la derecha de Montenegro, en una actualidad política cuya magnitud ha cobrado singular trascendencia.
El “No rompan arriba que se divide abajo” que envía como mensaje Montenegro es índice elocuente de turbulencias en un vuelo que dejó de ser confortable, y temen que el avión se derrumbe en picada.
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