Según el relato de la víctima, el viaje lo inició en las inmediaciones de XX de setiembre y Colón, pidiendo ser trasladado a Mansilla y Tejedor. Una vez arribado al destino y en el momento de cobrar el viaje, el taxista (licencia 2090) fue golpeado en su cabeza, quedando desmayado, mientras el pasajero se apoderaba de la recaudación, ($200.- aproximadamente) dándose a la fuga. Mediante amenazas obligó al chofer a eludir los controles policiales apostados en lugares que ya son previsibles, evitando una rutina de las fuerzas de seguridad.
Momentos después pudo recuperarse, dirigiéndose en su automóvil a Mansilla y Félix U. Camet, donde nuevamente perdió el conocimiento, siendo contactado en ese momento por una patrulla policial, (afectada al seguimiento y prevención de robos de taxis y remises) que procedió a recuperarlo y tomar detalles de lo sucedido. Todo ocurrió en el marco de un acentuamiento de las medidas de seguridad al transporte público de pasajeros.
