Con la pandemia todavía golpeando al país a medida que llegan más vacunas, el escenario electoral parece quedar todavía lejos en la escena política argentina. Pero lo cierto es que este año la Cámara de Diputados del Congreso renueva 127 bancas y un buen desempeño en las elecciones podría dejar al Frente de Todos con mayoría propia para avanzar con las leyes que tiene frenadas. En tanto, Juntos por el Cambio deberá hacer una elección histórica si quiere seguir frenando algunos proyectos oficialistas.
Juntos por el Cambio está integrado por 115 diputados y diputadas. La última baja que sufrió fue en noviembre del año pasado el riojano Felipe Álvarez rompió con su monobloque, se alejó y acompañó al oficialismo en varias de las leyes económicas. La situación más complicada la tiene el PRO que pone en juego 26 de las 53 bancas. Lo sigue la UCR con 26 de 46 y la Coalición Cívica con 7 de sus 14 miembros. Además, deberá renovar el monobloque del Frente Cívico y Social, integrado por Edgardo Brizuela del Moral.
Frente a este escenario de polarización, una vez más la tendencia la terminarán de definir los bloques provinciales, con menores integrantes. En lo que va de la gestión de Sergio Massa, el interbloque Federal para el Desarrollo, liderado por el mendocino José Luis Ramón, fue un aliado clave. Lo mismo que el interbloque lavagnista, que lo integran los socialistas de Santa Fe, los cordobeses del gobernador Schiaretti, los tres de Consenso Federal y los dos del bloque Justicialista. Si bien ambos espacios contribuyeron para las leyes económicas, no sucedió lo mismo el año pasado con la agenda judicial, que tiene frenada la reforma del fuero federal y del Ministerio Público Fiscal.
La principal atención estará en el espacio de Ramón, de muy buen vínculo con Massa. Este espacio arriesga cuatro sus seis diputados: el propio presidente del espacio, dos representantes del Frente de la Concordia de Misiones y el ex referente del sindicato de trabajadores rurales UATRE, Pablo Ansaloni.
En tanto, del interbloque lavagnista se renuevan 7 de los 11 mandatos. Frente a este escnario el sector que podría quedar más debilitado es Córdoba Federal, ya que vencen tres de las cuatro bancas. Lo mismo sucede para el socialista de Santa Fe Luis Contigiani y los bonaerenses Eduardo “Bali” Bucca y Andrés Zottos, ambos del bloque Justicialista.
La izquierda no consiguió nuevos diputados en las elecciones de 2019 y pone en juego a sus dos integrantes, corriendo el riesgo de perder representación parlamentaria. Frente a la estrategia oficialista, cabe destacar que estos dos diputados no votan a favor de casi ninguna ley, pero sí suelen aportar para el quórum.
Antonio Riccobene