Las gotas eran gordas. Caían de a muchas desde el cielo gris de Bronnitsy. El domingo triste de la Selección tras la eliminación ante Francia se conjugó con el clima. Ni un poco de sol para recargar un poco de energía después del golpazo en Kazán. Ya había quedado atrás el duelo de un vestuario a pura lágrima, pero sin reproches.
Lionel Messi fue el más golpeado. Visiblemente shockeado, el capitán argentino no abrió mucho la boca. No lo hizo ante la prensa y casi nada entre sus compañeros. No había mucho para decir. Tampoco en la mañana dominguera cargada de angustia todavía. El dolor va a seguir por un tiempo largo en el corazón de Leo y de todos los demás.
Nadie se reprochó nada. Todos entendieron que se llegó hasta donde dio el alma y que fueron superados claramente por una selección francesa que de mitad de cancha hacia adelante en individualidades tenía mucho más que la Argentina de mitad de cancha hacia atrás. Quedó en evidencia.
Entre la lluvia, todo fue saludos y despedidas. Messi fue uno de los que ya partió para reencontrarse con su familia y comenzar el descanso. La mayoría de los que juegan en las ligas europeas también abandonaron la concentración de Bronnitsy. Ya no están en Rusia: Javier Mascherano, Marcos Rojo, Ever Banega, Gonzalo Higuaín, Gabriel Mercado, Eduardo Salvio, Nicolás Otamendi, Sergio Agüero, Cristian Ansaldi, Wilfredo Caballero y Franco Armani.
Lo concreto es que esta vez no tomará ninguna determinación en caliente el 10, como sí hizo en 2016 tras la tercera final perdida de manera consecutiva, ante Chile por la Copa América Centenario. Esta vez se tomará su tiempo para reflexionar y ver de qué manera se van acomodando las cosas en una Selección que deberá comenzar a reconstruirse desde abajo.
Bronnitsy. Enviado especial. Diario Clarín
A no desanimarse que ahora hay que pagarle 20 palos verdes a Sampa para rajarlo ya q no desea renunciar, por el estupendo contrato que le hizo Moyano perdon digo el yerno Tapia.
Abandono rusia cuando finalizó el primer tiempo
Huyo como una rata..!