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Las grietas del peronismo y el reverdecer de la UCR impactaron en elecciones universitarias

Después de más de dos años de abstinencia electoral, los estudiantes de la UNLP volvieron a las urnas y los resultaron mostraron sorpresas que, en algunos casos, asumieron la categoría de “batacazo”.

La corriente estudiantil del radicalismo, Franja Morada, se transformó en la fuerza más votada por los universitarios platenses y se quedó con la conducción de 9 de los 17 centros estaban en discusión.

Las peleas internas en el Frente de Todos (entre albertistas y cristinistas) también tuvieron su espejo en los claustros de La Plata. Y, además, consecuencias: el tándem peronista JUP (histórica Juventud Universitaria) y La Cámpora, perdieron el control de dos unidades académicas: Informática y Derecho.

Del mismo modo relegaron el manejo de Psicología, donde la agrupación que conduce el hijo de la vicepresidenta, estaba en alianza con La Mella y perdieron ante los radicales morados.

Las elecciones para designar a los presidentes de los 17 centros de estudiantes y los representantes a los consejos directivos de la universidad más grande de la Provincia, tienen siempre una mirada que excede los límites de la capital bonaerense.

El avance de los radicales –que buscaron, y de alguna manera lograron, desprenderse el calificativo de “amarillos” o “cambiemitas” dentro de las aulas- estaría sostenido por dos factores claves: la secuela del cierre de las aulas por dos años, impulsado por el Gobierno Nacional como medida para afrontar la pandemia, y la fractura cada vez más expuesta en la coalición oficialista que administra la Nación y la Provincia.

Hace poco más de un mes, el presidente Alberto Fernández estuvo en el Rectorado para presentar el “renacimiento” de la JUP, empujado por dirigentes locales afines, como Victoria Tolosa Paz y Guillermo “Nano” Cara. Pero ese acto tuvo un efecto secundario: dejó al margen y no asistieron los dirigentes platenses y universitarios que se enrolan en La Cámpora, con Florencia Saintout en el primer escalón.

Esa división rebotó en las elecciones de esta semana ya que el peronismo perdió Ciencias Jurídicas (donde había un fuerte apoyo del ministro de Justicia provincial, Julio Alak); Psicología (donde La Cámpora compartía el manejo con La Mella, la corriente universitaria de Juan Grabios) y perdió muchos votos en Medicina.

Lo más sorpresivo fue que perdió el manejo en Informática y todos esos votos relegados los recogió Franja Morada, que de esta manera manejará más de la mitad de los centros de la UNLP porque pudo revalidar en Arquitectura, Agrarias, Veterinaria, Ingeniería, Ciencias Astronómicas y Económicas.

La Cámpora se quedó con el histórico bastión de Periodismo porque la astilla que se fisuró de la agrupación Rodolfo Walsh, (denominada “Nueva Generación” y apadrinada por dirigentes que trabajan para Sergio Berni) no alcanzó a menguar sus fuerzas. Confirmó su poderío también en Artes donde ganó con comodidad pese a la fractura con la JUP, al tiempo que sigue asociada a otras agrupaciones en el manejo de Ciencias Exactas.

También se advirtió un retroceso de las fuerzas de izquierda, que ya venían cediendo espacios desde 2019. La Mella, que milita en Patria Grande, retuvo Humanidades y Trabajo Social. Una fuerza alguna vez identificada con el ex Quebracho maneja Ciencias Naturales y en Odontología siempre están los “independientes” del MOI, siempre aliados al oficialismo del Rectorado.

Los comicios retomados después de dos años de aulas vacías tienen otros ingredientes: son la antesala de la nominación de nuevas autoridades en las 17 unidades académicas y del Presidente de la UNLP para el mandato 2022-2026, que se realizará en mayo.

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