Ciudad, Política

“Lo que hacen los “K” no se vivió ni con Perón”

“Estamos conviviendo entre adversarios y no enfrentándonos entre enemigos”. Desde ese planteo, el ex titular del COMFER y político de amplia trayectoria, Julio Bárbaro, se encuentra visitando diferentes partes del país para convivir, debatir y conocer a nuevos exponentes de la política, dentro y fuera del peronismo.

 Tanto la dirigente gremial como el empresario inmobiliario, son nuevos en los caminos de la política, lo cual fue tomado por Bárbaro como altamente positivo: “Creo que la burocracia de los partidos está saturada, agotada. Por eso se necesita que, además de la crítica, la sociedad se involucre, desde el sindicalismo, los empresarios, de todos lados. Me parece que estamos construyendo un diálogo, una amplitud y riqueza que es muy distinta a la que plantea la Presidenta. Estamos conviviendo entre adversarios, no enfrentándonos entre enemigos”.

Para Morro, “la palabra de Julio Bárbaro, que es un hombre de trayectoria y muchísima experiencia, es absolutamente importante. Aparte de la calidad humana que tiene para con nosotros, nos da fuerza y conocimiento. Es un hombre que sabe de política y sobre todo es muy claro a la hora de transmitir sus conceptos, eso es lo que a mí como dirigente gremial me enriquece”. Rivas, agrega que “es imprescindible en tiempos de campaña, su presencia, apoyando a Mercedes y a mí como candidatos. Además, encontrar nichos de debate es fundamental en estos tiempos, al igual que el apoyo que Julio brinda a quienes somos caras nuevas en la política, lo cual nos fortalece”.

En diálogo con la prensa, el referente histórico del Peronismo Nacional, profundizó conceptos. “Puedo apoyar a gente de Duhalde o no, porque no soy duhaldista, pero lentamente me voy alejando de este gobierno en el cual si dudas, ya sos un traidor. O sos un kamikaze que aplaude todos los días a Cristina o planteas una diferencia y ya te echan, con lo cual el gobierno está cayendo en un sectarismo que lo limita”, exclamó, antes de referirse al “autoritarismo” presidencial. “Con Perón nunca se vivió algo así, porque era un líder racional. Vivía debatiendo y discutiendo. Cristina tiene una conducción vertical: lo que ella dice hay que aplaudirlo”.

-¿Tiene que ver con una falta de ideas o inseguridades?

Tiene que ver con una etapa de decadencia, obviamente. Me parece que el supuesto modelo tiene algunas cosas positivas y otras no, pero esto de que todo el bien está en el gobierno y todo el mal en la oposición, es ridículo y antidemocrático. Creo que Cristina y Néstor ni en Santa Cruz se llevaron bien con la oposición y esto marca una debilidad de la democracia argentina.

– ¿Las elecciones del 14 de agosto son una manera de limpiar la cancha y llegar a un triunfo seguro, o cree que sirven realmente para delimitar quiénes son candidatos certeros para las presidenciales?

La segunda opción. Aunque en realidad no sirven para nada: es como una gran encuesta nacional para tener claro el 15 cuántos votos tienen cada uno. Si el gobierno no llega al 40% vamos a tener un baile agradable.

– ¿Cómo ve la presencia de Duhalde, una vez más, como candidato a la presidencia?

Creo que Duhalde obviamente ha tenido errores, porque de lo contrario se hubiera juntado con De Narvaez y Macri y ese centro-derecha es una opción. Que De Narvaez esté reunido con Ricardo Alfonsin es una debilidad del duhaldismo. La sociedad está queriendo saber quién es la oposición. Y si el gobierno sigue tomando esto con tanta soberbia, la propia sociedad inventará a la oposición. Puede ser Alfonsín o Duhalde. Quien sea el segundo en votos será la alternativa. Macri en Capital junto sus votos más los de aquellos que querían votar contra Cristina, que fueron unos cuantos.

– Entonces, ¿no hay una real oposición?

– La política argentina está débil. No es que la desmembró el gobierno. Las candidaturas son tan débiles como el gobierno, aunque su fortaleza es la debilidad de la oposición. Me parece que una democracia que no tiene alternativa es una democracia trunca. Veo que lentamente la sociedad gestará una oposición. Cuando Kirchner aparece fue porque Menem no tenía oposición. La sociedad lo creó para ser alternativa. Ahora los Kirchner están viviendo el mismo  proceso de debilitamiento que Menem.

-Como ex titular del COMFER, ¿cómo ve la realidad mediática hoy y los enfrentamientos del Gobierno con el ámbito periodístico?

Con el grupo Telefónica y las multinacionales se llevan a los besos, y eso que son las que nos chupan la sangre. Digo Telefónica porque es uno de los desastres sobre los que nadie habla. Hagan una cuenta de cuántos factura Telefónica y cuánto Clarín y se van a dar cuenta de cómo son de socialistas. Lo veo con dolor: no me imagino a Lula peleándose con O Globo. Creo que los países que tienen grupos importantes los apoyan para que trasciendan. Es un gobierno que necesita un enfrentamiento por semana y como se le terminó con el campo se la agarró con los medios.

– ¿Cómo ve la Ley de Medios?

Floja. No cambio nada, en absoluto. Está pensada desde la universidad. Los medios tiene dos lugares: el estatal y el privado. La universidad es un lugar donde estudian los medios, pero eso no quiere decir que los entiendan. No va a cambiar nada porque está basada en un error conceptual: confundir la cantidad de medios con la audiencia. Distribuir micrófonos no es crear medios, como dar una página en blanco y una birome no es generar poetas. Tampoco es generar opinión. El oficialismo en los medios siempre es aburrido, en todos lados. El medio oficialista dura un ratito. Los medios están para criticar al poder, los partidos también. Este gobierno no acepta la opinión, así que menos la crítica. Cuando Kirchner falleció se llevó mucha bronca, lo cual generó un mayor apoyo a su mujer. Si en ese momento la presidenta abría los brazos y convocaba una unidad nacional, se quedaba con un poder de consenso como el de Bachelet o Lula, que se fueron a sus casas con más del 80% de popularidad. Nosotros con menos del 40% queremos estar cien años. Es una idea de democracia sin alternativa.

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