Quedó más que claro durante la temporada veraniega en la feliz que a los delincuentes les importó muy poco la presencia del Operativo Sol, ya que los atracos se suscitan permanentemente en diferentes zonas de la ciudad. Inclusive en comercios que ya fueron víctimas de los malvivientes, como el Rapipago ubicado en Tripulantes del Fournier y Jacinto Peralta Ramos, el mismo donde en noviembre pasado, el oficial Walter Barrera, perdiera la vida a manos de varios sujetos que intentaron el lugar.
En esta oportunidad la violencia se volvió a hacer presente ya que dos sujetos luego de bajar raudamente de una motocicleta con los cascos puestos, ingresaron rompiendo la puerta de blindex del local y a punta de pistola agredieron y amenazaron a los propietarios, mientras que los clientes, entre ellos cuatro chicos, trataban de esconderse y alejarse de la escena. Los forajidos secuestraron el dinero de la caja, elementos de valor y se dieron a la fuga.
Uno de los dueños del comercio afirmó que en varias oportunidades oprimió el botón antipánico pero las fuerzas policiales se hicieron presentes después de 20 minutos y nunca vino una ambulancia argumentando que tenían una sola disponible. Razón por lo cual Analía, otra de las propietarias del lugar, disparó que “no puede ser las autoridades sólo cuiden el centro y las principales playas, porque nosotros construimos esta ciudad y tenemos la sensación de vivir en tierra de nadie”.
Con respecto a las medidas de seguridad implementadas por el matrimonio dueño del comercio, Analía señaló que “ya no sabemos qué hacer. Desde que Barrera perdió la vida por intentar evitar que nos robasen, con mi marido entendimos que teníamos que hacer algo. Modificamos el ingreso al local y pusimos rejas y una puerta de blindex, pero no sirvió de nada”.
La mujer agregó que “los que realmente son responsables no hacen nada y después viene un inspector y por un cartel que tenés 10 cm fuera de la pared te levanta un acta ¿Por qué no se ocupan de lo que es indispensable?”.
Acto seguido comentó que “en estas condiciones no se puede seguir trabajando, entre todos los impuestos, las retenciones y si tenés que contar a los ladrones como parte de tus gastos mensuales…”
Analía desconsolada por lo sucedido, concluyó que “la gente no se tiene que callar porque al intendente, a la provincia, a todos les conviene pensar que Mar del Plata es segura, que las cosas no trasciendan. El turismo viene la pasa bien pero nosotros somos lo que padecemos. Necesitamos que nos cuiden, esta zona está liberada a los ladrones, no los cruzamos día por medio en la calle, eso es hacer política también, preocuparse por nuestra integridad y porque podamos trabajar y tengamos la vida que necesitamos”.
Fuente: mdphoy – brisas
