El Centro de Salud del barrio Las Américas, ubicado en Juan N. Fernández (ex 202) al 360, sufrió un nuevo ataque en horas de la madrugada. No solo se llevaron computadoras e impresoras, también medicamentos. El secretario Gustavo Blanco reclamó presencia policial las 24 horas y lamentó: “los hechos de vandalismo nos angustian mucho por el esfuerzo que realizamos para cuidar los CAPS”.
“Este es uno de los tantos robos que ha sufrido esta sala en este año. Ingresaron a través de una ventana lateral y se llevaron computadoras, impresoras, medicamentos y hasta arrancaron la alarma. Hubo vandalismo. Afortunadamente, como fue en horario nocturno, cuando no hay guardia (solo hay de 8 a 17), no había gente atendiéndose. Entonces, nadie sufrió ningún incidente violento con los ladrones”, describió el Blanco y llamó a la “reflexión” de “los vecinos de la zona para cuidarlo entre todos”.
“Este es el cuarto robo que sufre esta sala en lo que va del año. Al no tener cobertura policial nocturna, los malvivientes entran permanentemente”, enfatizó el funcionario municipal que, en horas de la mañana, se encontraba en la mencionada Sala a la espera de la Policía Científica que tomará las huellas digitales. “Hasta que no realicen este trabajo, los consultorios que tienen las ventanas rotas no podrán ser utilizados. Hay gente esperando ser atendida”, aseveró.
“Estamos trabajando para tener una Secretaría de Salud a la altura de los acontecimientos y lamentablemente sufrimos robos en todas las salas. Por eso reclamamos permanentemente seguridad”, declaró el facultativo.
“Como todos los días, pedimos cobertura policial en los Centros de Salud las 24 horas. Estén o no abiertos. Los ladrones entran para robar computadoras y medicamentos”, añadió.
Blanco también explicó que la reparación del CAPS estará a cargo de personal de ENOSUR (Ente de Obras y Servicios Urbanos): “ellos se encargan del mantenimiento de los Centros de Atención. Se hicieron presentes inmediatamente, revisaron las rejas, que están amuradas a los marcos de las ventanas, y con muy buen atino tomaron la decisión de amurarlas contra la pared”.