Política

¡Te estamos llamando!

0000136423Como nunca, hemos estado comunicados o mejor dicho informados en forma directa por los propios candidatos, los encuestadores, los espías y lo que venga. Los teléfonos han estado sonando hasta altas horas de la noche, cuando ya se cierran los ojos y lo único que te sale es algo que no se debe escribir. Pero ellos tienen la mejor intención. El llamado en cuestión suena casi igual a ese que te hacen para venderte algo que comienza por ese “usted ha sido seleccionado para ser beneficiado por…” Y la pregunta de rigor “¿y cuánto me sale?”. Ya que algo siempre te cuesta.

Los candidatos han estado colgados por todos los medios, hasta los particulares, para hacerte saber de las bondades que nos repartirán. ¿Pero cuánto continúa esto? La comunicación digo, el “acariciarte” por ese llamado que estabas esperando. Caso personal. En el año 2005, carta documento al presidente de la Nación de entonces por una cuestión puntual. A los pocos días, respuesta escrita.

Pasaron los años y ya más cercano a estos tiempos, y como me gusta escribir lo que pienso sobre lo que me molesta, nuevamente notas y cartas documentos a las más altas magistraturas de la Nación, la Provincia y el Municipio. A otros funcionarios también, como el responsable del área de Derechos Humanos de la provincia. Entonces sí, lo normal, el silencio.

Pero en estos días el silencio se rompió sin que ningún ciudadano común lo buscara. No para contestarte puntualmente sobre lo que te afectaba en ese instante. Para contarte que lo que vendrá será mejor. Que ese pasado negativo no existe más, aunque lo hubieras vivido y se lo contaras puntualmente a quien elegiste para la respuesta oficial.

¿Y después de esto que vivimos en cada momento en que vas para el teléfono? ¿Vendrá otra vez la burbuja?

CANDIDATOS Y CANDIDATAS. Ahora yo los estoy “llamando” para rogarles que cuando lleguen, uno/a u otro/a pongan a alguien a respondernos a los ciudadanos que queremos seguir siéndolos después del domingo. Que merecemos esa comunicación, aunque más no sea para decirnos que no. Para no sentirnos ninguneados la mayor parte del año. Esa será la mejor demostración de que avanzamos en una democracia que nos estamos debiendo en muchos aspectos. Lo otro se parece más al autoritarismo que nos agota y nos hace descreer de la política, tal cual uno la entiende, que en muchos casos, demasiados, se parece a pseudo política, o sea la falsedad a la máxima expresión.

Bueno, quiero creer y es por eso que otra vez a las urnas y no esperemos la bendición de Dios. Hagámonos cargo.

Miguel Toscano

 

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