Si hay alguna experiencia que nos caracteriza a quienes sumamos horas en este tipo de guardias periodísticas, precisamente la zona de Prefectura y la Base Naval han sido escenarios de complicados momentos, difíciles de contener y por qué no también de identificarse con quienes acceden a las instalaciones interiores de esas dependencias oficiales.
Casi en la totalidad de los casos, no se han encontrado con la noticia que fueron a buscar, sino que lamentablemente se confirma lo que se temía. Según la información oficial todo se reduce a la pérdida de la comunicación, que incluye la captación del submarino a través de los radares.
La Armada a través de sus voceros en sus últimas comunicaciones, dejaron en claro que los esfuerzos son extremos, incluidas unidades de la Fuerza Aérea, también difunden que es constante la comunicación de las últimas novedades con los familiares de los ocupantes.
Un dato relevante es que la propulsión submarina, se produce únicamente con la energía que se genera a través del cuerpo de 960 baterías, que componen gran parte del buque que navega debajo del agua. Justamente en las últimas comunicaciones con el ARA San Juan, daban cuenta de averías en esa zona del vital equipamiento.
