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Sigue el furor emprendedor por los dispositivos que permiten a las mujeres hacer pis de pie

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¿Solución mágica o invención bizarra? “Ellas” quizá tenga un poco de ambas: un “orinador” de cartulina impermeabilizada que le permite a las mujeres hacer pis de pie y así evitar los problemas y riesgos de higiene asociados al uso de baños públicos.

El producto fue creado por la santafesina Silvina Imperiale, quien reconoció que la idea surge de una dificultad propia. “En mis días viajo mucho en micro y sus baños siempre fueron un tema. A las 18 ya no tomaba café ni agua para evitar orinar”.

La emprendedora eventualmente se dio cuenta que las razones para usarlo excedían por al baño público y que también resultaba útil para las mujeres embarazadas y en la tercera edad. “Por eso lo convertimos en un producto comercial desde hace dos años”, agregó.

“Ellas” se fabrica en Rafaela y se asemeja a un embudo plegable que se coloca en la entrepierna. Es descartable y biodegradable y se vende en paquetes de dos por 50 pesos en kioscos y farmacias. En los próximos meses, Imperiale planea lanzar una caja con más unidades.

En el mercado mundial existen conos, cucuruchos y embudos para que ellas hagan pis sin sentarse desde, al menos, la década de 1980. En nuestro país ya había dispositivos reutilizables de silicona (importados) y descartables de cartón (de marca nacional). Pero hace algunos meses comenzaron a difundirse nuevos dispositivos: en Rosario, apareció un modelo hecho en plástico, con forma de canaleta, que puede usarse infinidad de veces. Rubén Capuano, de 58 años, es el dueño de Cafar, donde genera productos de plástico. Entre ellos, dos pensados para la mujer: una copa menstrual y un orinal femenino, comercializados bajo la marca Liberi (se escribe sin tilde, aunque en la fábrica dicen Líberi).

Por otro lado, por internet se vende un orinal de plástico con forma de embudo. Lo trae de China un importador de Ramos Mejía. La descripción online dice que es de silicona, puede doblarse y luego recupera su forma original. Mide 14,5 centímetros de largo por casi diez de ancho máximo. En las antípodas de los productos industriales se ubica Tu Conito, el micro emprendimiento de Valeria, una licenciada en seguridad e higiene laboral de Caballito. Hizo su propio diseño de cartulina desechable para su hija de seis años por la aversión que le generan a la madre los sanitarios públicos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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