Se notó la ausencia radical en agasajo a periodistas en el HCD: ¿Toman distancia del PRO?

Tras las elecciones del Colegio de Abogados la relación entre los mayores socios políticos de la ciudad, el PRO y la UCR, se imaginó el inicio de una etapa de turbulencias, que podía reflejarse en la dinámica municipal. La entente que disparó la necesidad política del intendente, tuvo como ejecutor a quien se autodenomina presidente del PRO, Emiliano Giri.

Una fuente irreprochable, confió que Montenegro descargó en Giri la responsabilidad del armado de una lista, frente al disgusto del oficialismo en el Colegio de Abogados. Desde su conducción, la Facultad de Derecho y la presidencia del Concejo Deliberante, no se hizo esperar el desencanto que luego se prolongó en el resultado y en la constitución de la mesa directiva, cuestionada por la lista bordó, que según algunas fuentes “no existía” a pocas horas del cierre de listas. Lo cierto es que superó cómodamente el piso para acceder proporcionalmente a los cargos en disputa.

Ayer también hubo otra señal, de que ya el par y paso comienza a ensuciarse y aparecen calificativos poco edificantes, justo en el momento en el que también la UCR está trenzada en una discusión con el PRO por el papel histórico de Hipólito Yrigoyen en la vida política del país.

Llamó la atención que no participaran del agasajo en el Día del Periodista en el Concejo Deliberante, su presidenta Marina Sánchez Herrero, Marianella Romero y Daniel Núñez, lo cual fue analizado como algo más que un desplante, porque generalmente no ha ocurrido a lo largo de los años en el agasajo tradicional a los trabajadores de prensa, que se desempeñan cubriendo las actividades del Concejo Deliberante.  A cada concejal le salió $ 3.000.- el ágape y extraño que la doctora Marina Sánchez Herrero no cumpliera con su ordenada agenda institucional.

Quien sí estuvo presente fue el edil radical Gustavo Pujato, quien oportunamente había manifestado que “La clave es ya haya un muy buen diálogo político entre todos los sectores”

Aunque es evidente que hay ruidos en la línea de un diálogo que se desenvuelve entre errores forzados de las partes, que lo integran en el mayor nivel de conducción política de General Pueyrredon. Lo que reina es el mute, los monosílabos y el ahorro del suministro de información justo en el día del periodista.

Todos estos estos hechos se desencadenan justo en el momento, en que el intendente Montenegro en modo “de facto” avanzó por decreto con el contrato del sistema de fotomultas, tras un híper cuestionado convenio con la UNSAM que el radicalismo a hurtadillas andaba con un “ni” a cuestas, sin sacar los pies del plato pero sin definirse.