La inseguridad a pasos agigantados desvanece día a día el sueño de los trabajadores y con ello la esperanza de crecer en cada uno de sus respectivos emprendimientos.
En la madrugada de hoy se suscitó un nuevo atraco en un local de ropa ubicado en San Lorenzo casi Olavarría. Lo más curioso es que en lo que va del año este negocio ya sufrió tres veces la ingrata visita de delincuentes.
En esta oportunidad el monto de lo secuestrado según los propietarios oscila en los 25 mil pesos. Camperas, remeras, buzos y demás artículos fueron sustraídos cerca de las 5 de la mañana. La alarma monitoreada con la cuenta este local dio aviso a los propietarios y por ende al personal de las fuerzas.
No es la primera vez que este negocio, como tantos otros en la ciudad, sufren este tipo de ataques. Esta es la tercera vez en el año que la modalidad es la misma. Los hampones, al parecer más de tres, actúan con total impunidad arrojando un adoquín sobre el vidrio del comercio y luego comienzan a vaciar el lugar.
Luego de los primeros asaltos los dueños no dudaron y agregaron rejas al local. Pero ese gasto lamentablemente fue en vano ya que no pudo contener la furia de los delincuentes a la hora de arrasar con la mercadería correspondiente.
A la desazón de los encargados por las ventas bajas se les suma la falta de paciencia para con una ciudad que pierde la batalla con los malvivientes a diario.
En fútbol se diría, “NOS TIENEN EN UN ARCO”, el grado de inseguridad en creciente aumento desde los últimos años y el grado de incapacidad para solucionarlo, hace que todos nos repleguemos para protegernos y más efectivos para cuidar este repliegue permite a los delincuentes avanzar y “golearnos” convirtiéndonos en víctimas y suplicantes.
Es hora que comience el avance hacia la delincuencia con preventivos y búsqueda en los lugares conocidos por las autoridades y el apoyo cierto y efectivo de la justicia, entre otros volviendo a legislaciones buenas que fueron dejada de lado y siempre dieron resultados positivos para la gente de bien.
recordemos, mientras hayan delincuentes de guantes blancos, seguirán habiendo de guantes negros.
Gracias Miguel por los comentarios.