El rigor periodístico debería ofrecer datos estadísticos de hechos que se denuncian y aquellas que no se formulan, pero que forman parte de un registro sucio, que aumenta la cantidad de afectados por distintas modalidades de delitos.
mdphoy.com se ha ocupado puntualmente de la cantidad de robos, hurtos, asaltos y actos vandálicos que se producen en la zona que comprende la Seccional Segunda hacia el Sur en la calle Castelli al 2000, la Policía Federal en calle Sarmiento 2551, Jefatura Departamental de Gascón y Entre Ríos, la subcomisaría Casino en Boulevard Marítimo y Las Heras, el edificio de Tribunales en Tucumán y Brown, la Dirección de Investigaciones en Tucumán 2852, radicaciones policiales ubicadas en el contorno de la emblemática Plaza Colón, comprendida entre Boulevard Marítimo, Arenales, Buenos Aires y la Avenida Colón.
Sería necesario recordar que esa misma zona, es una base operativa del Operativo Sol, donde hay un despliegue cinematográfico de efectivos, logística e insumos de seguridad, que en sí constituyen un atractivo turístico para quienes económicamente llegan con lo justo a disfrutar del mar y las playas y se entretienen observando un equipamiento policial moderno y flamante. Todo ocurre en temporada alta, ahora en junio los marplatenses viven la crudeza del invierno.
Vecinos y comerciantes del lugar ya han apelado a alarmas, contratación de vigilancia privada, cámaras de seguridad, rejas y también han recurrido a la policía. Pero han alcanzado un grado de saturación, hasta de desborde emotivo debido a lo que consideran prácticamente un abandono.
Nos consta, en el caso de comerciantes que prefieren hacer uso de la reserva de su identidad por temor a las represalias, que no es una sensación (sin ningún tipo de alusión política a Aníbal F.) y que si se ha sincerado el INDEC debería hacerse lo mismo con los hechos delictivos que se aluden en la zona cuyo plano publicamos gráficamente en esta crónica.
Cuando estos reclamos llegan a las redacciones de medios periodísticos, es porque se consideran agotados los recursos de la vía ordinaria para la atención de estos casos, en especial en este momento cuando el ministro de Seguridad provincial, Cristian Ritondo, encabeza la lista de candidatos a diputados nacionales de la Provincia de Buenos Aires a la cual llegará con las aspiraciones de presidir la cámara baja.
Ritondo por lo menos, no curte la misma onda que Dady Brieva que explícitamente ha manifestado que en el Frente de Todos“hay respeto para el oficio del chorro porque no es para cualquiera”.
En una reciente movida de campaña en la ciudad, el candidato oficialista Guillermo Montenegro se hizo ver con Eugenio Burzaco, secretario de Seguridad de la Nación, quienes mantuvieron su acostumbrado y selectivo contacto con la prensa, una prolijidad que no abandonan cuando se trata de poder acceder a mantener entrevistas que excedan las meras gacetillas partidarias de mensaje proselitista.
Si desde Juntos para el Cambio no los combaten eficientemente y en el Frente para todos respetan el oficio de los chorros, los ciudadanos estamos al horno. Obvio, que también en el Poder Judicial, las fichas se mueven en ese sentido, es decir estamos al horno y con papas.
No hay que descartar nada, pero el oficialismo puede tomar equivocadamente en consideración que la oposición no tomará a la inseguridad como bandera de campaña, ya que hay decenas de kirchneristas en las cárceles (algunos son candidatos desde su celda) pero se los considera víctimas de persecución política, mientras que otra parte desfila por los pasillos de Comodoro Py. Nadie se imagina, por supuesto a Alberto Fernández, Sergio Massa, Axel Kicillof o Florencia Magario hablando políticas de combatir la seguridad, desde el momento que ellos mismos son candidatos.
Los cambiemitas locales provinciales y nacionales agravaron el problema. Ellos son gobierno hace tres años y medio y la inseguridad creció a niveles alarmantes. La respuesta, HOY, la tienen que dar ellos.
y en los demás barrios también pasa de día y más a la noche-madrugada ,no es de ahora hace años que pasa.