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Quilmes estuvo cerca de dar el golpe pero no pudo con un inspirado Herrmann

san lorenzo-quilmes herrmann 30-10-15El “Ciclón” derrotó con lo justo a Quilmes y continua liderando la zona Sur. Más allá del hecho de jugar el primero contra el último, con récords invertidos (9-1 ante 1-9), la noticia de la noche era la enorme cantidad de ausencias en ambos equipos. En el local, desgarrados Aguirre y Mata. En los marplatenses, Vildoza (fractura) y Maciel (fascitis), se sumó en la última semana Luis Cequeira por un esguince.

Así las cosas, seguía teniendo ventajas el local, por plantilla y por venir muy sólido en el torneo, mientras que su rival tuvo una sola alegría, que fue la clasificación a semifinales en la Liga Sudamericana. El resto viene cuesta arriba.

Ante las bajas, Lamas optó por rotar pronto al equipo, ya de por sí distinto en su formación inicial con Faggiano y Musso. Pero tiró rápido al campo a Flor y Martina, mientras Ramella, por obligación, estiraba la presencia de sus iniciales

Pese a todo esto, San Lorenzo no pudo sacar ventajas de entrada, aun anotando de tres puntos con alto porcentaje (3/4), porque atrás no estuvo tan despierto, permitiendo ingresos libres al cesto y tiros cómodos de larga distancia.

De todos modos, un par de distracciones de Quilmes en el cierre le permitieron al local irse 5 arriba al primer descanso (26-21), poco acorde al trámite parejo de los 10 minutos.

Sin Herrmann, descansando, San Lorenzo forzó más el juego interior con Lydeka, y el lituano resolvió casi siempre, para sumar 10 puntos en la primera mitad. El regreso de Herrmann le dio otra vez la vía exterior a Lamas y así se mantuvo el local, demasiado dependiente de esos dos hombres en el segundo cuarto.

Quilmes hizo todo lo que pudo, y no fue poco, porque Sansimoni fue muy prolijo, el trío Durley-Gallizzi-Romero le dio muchos puntos en la pintura y Baxley, como siempre, generó sus propios tiros. El 42-38 de la primera mitad no era un mal resultado para la visita.

Herrmann salió enchufado al tercer cuarto, anotó 7 de los primeros 9 puntos de San Lorenzo en un parcial de 9-0 y el equipo de Lamas se fue 13 arriba, cambiando la lógica que Quilmes había logrado llevar bien en el primer tiempo: un trámite parejo, para no tener que forzar físicamente una remontada que le resultaría muy difícil.

Con penetraciones y descargas para los cortes de los grandes o para los tiradores, San Lorenzo le provocó muchos problemas a Quilmes, que además cada vez tenía menos resto para encontrar buenos tiros en ataque. Se apoyó más en Baxley, pero ante la intensidad defensiva de su rival, más fresco, cada ofensiva le significó más desgaste del ideal.

De a poco, como varias veces ya hizo este San Lorenzo en el torneo, fue despegando. Sacó 15 (69-54), sin tener grandes porcentajes de tiro, simplemente aprovechando los tiros que le permitía una defensa cada vez más cansada, los rebotes ofensivos y alguna que otra corrida. Quilmes maquilló el cierre del cuarto con un triple de Sansimoni (no salió un segundo), pero igual los 9 puntos de diferencia (69-60), parecían una pendiente inalcanzable.

El último cuarto fue muy irregular. Como que San Lorenzo sabía que lo iba a ganar de cualquier manera y no terminaba de poner esa marcha extra para quebrarlo. Quilmes arrancó bajando la diferencia a 7, pero rápido, con un doble de Flor y un triple de Musso, el local recuperó 12.

Un rato después ocurrió lo mismo. Triple de Baxley para poner 7 (78-71), e inmediatamente triple más falta a Herrmann. Otra vez 11. Cuatro puntos de Quilmes, y sexto triple de Herrmann (en 6 intentos). Ramella simplemente resoplaba en el banco, al mismo tiempo que admiraba lo que veía. No era ya un problema defensivo.

La última esperanza de Quilmes terminó como las otras. Un doble y falta de Romero (gran segunda mitad del pivote) puso a Quilmes a 5, la menor diferencia desde el arranque de la segunda mitad. Entonces vino un triple de Musso. Una constante. No fue la última.

Lydeka quiso asegurar el juego con una volcada que le salió tan mal que terminó con doble en la contra de Romero y 4 de luz (90-86). Encima Faggiano falló y dejó el juego abierto. Baxley falló un triple que le hubiese puesto mucho picante, pero ahí se le fue el sueño.

San Lorenzo lo terminó ganando por peso propio y en parte quizá por saberse superior, pero tuvo muchos baches, desconcentraciones y fallos, que no derivaron en una derrota por la tremenda noche de Herrmann: 30 puntos y 6/6 triples. Y extrañó mucho a Aguirre y Mata, a uno por conducción, al otro sobre todo por defensa.

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