Básquet, Deportes

Quilmes: dos pasos hacia atrás

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Llegaba dulce pero no demostrando buen juego frente a un rival endeble. Y esta vez no pudo porque Estudiantes de Bahía lo maniató desde el segundo cuarto y con el aporte de Nocedal y Gerbaudo dio el golpe en Once Unidos. Derrotó a Quilmes por 84 a 74,  por la décima fecha de la Liga Nacional de Básquetbol.

Es uno de los animadores de la competición pero quedó claro que ni en el “Osvaldo Casanova” de Bahía Blanca, ni en condición de local, pudieron encontrarle la vuelta al colista del torneo.

Empezó bien el “Tricolor” con un Federico Marín inspirado desde la línea perimetral y de esa manera los locales se pusieron en ventaja.

Los visitantes, como en el cotejo pasado, siempre se mantuvieron en juego gracias al aporte de los foráneos Clark y Blakeney en la zona interior.

Los rebotes en ofensiva volvieron a complicar al “Cervecero” que perdieron continuamente con los pivotes visitantes. Definitivamente para este novedoso Quilmes enfrentar a Estudiantes es un problema ya que por varios minutos del juego el “Albo” estuvo arriba en el marcador.

Lo raro en el encuentro fue la escasa participación de su hombre gol Walter Baxley, que no le encontró la vuelta a la férrea marca de los visitantes y una vez más volvió a quedar en deuda.

Luego de descanso Mario Ghersetti puso la cara por los marplatenses en ofensiva. Que siguieron híbridos en ataque. Por suerte para el “Tricolor”, solo el aporte del ex Peñarol Lisandro Rasio, lastimó la canasta defendida por los orientados por Ramella.

El local siguió desacertado en ataque mientras que el “Albo” más ordenado y con poquito en ofensiva sacó 8 de luz, raro para el partido que como el de días atrás fue muy parejo.

En el cuarto final los retos de Ramella surgieron efecto y con la aparición de Lucas Ortiz, limaron la diferencia que tanto le había costado cosechar a los visitantes.

En el tramo decisivo del cotejo el juvenil Ortiz sostuvo a los marplatenses en ofensiva mientras que en los bahienses surgió la figura del escolta Matías Nocedal, que con dos bombazos de larga distancia, puso arriba a los dirigidos por Ginobili. Que no se quedó atrás por la buena tarea de su base Diego Gerbaudo, que manejó el juego hasta el final con inteligencia y buenos puntos de cara al canasto.

Los visitantes mantuvieron la intensidad en defensa, dominaron ambos tableros, y contaron con la impericia a la hora de anotar por parte de Quilmes que como hace días atrás con el mismo rival, mostró una cara totalmente diferente a la de partidos anteriores.

 

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