Política

¿Qué hay detrás del supuesto “hallazgo de un concejal trucho”?

El Concejo Deliberante entro erupcion como el volcan chileno calbuco“Si hubiera habido un tema grave no teniendo que estar Quevedo en la banca, hoy  todos, en alguna medida, estaríamos envueltos en un gran escándalo”, nos comentó en off un edil, al cabo de una semana, en la cual el Concejo Deliberante parecía mimetizarse con aquel perro que se muerde la cola, y da vueltas alrededor de sí mismo, en el sentido contrario a las agujas del reloj, mientras se muerde la cola.

¿Pero qué hay detrás de las desprolijidades administrativas en el procedimiento de los reemplazos de los ediles radicales, que solicitaron licencias, en los últimos meses, cuando Nicolás Maiorano era presidente del HCD?

“Es un escándalo”, afirman, al unísono, pultistas, renovadores, kirchneristas y hasta arroyistas, y poco faltó para que solicitaran la intervención del Tribunal Internacional de La Haya. Pero, además de sendos plenarios que envuelven a todos en el mismo merengue, la Comisión de Legislación, a la sazón, presidida por el actual Presidente del Concejo, Dr. Ariel Ciano, lejos de escandalizarse, en su momento también convalidó los polémicos decretos de su predecesor, el radical Nicolás Maiorano, avalando dichos reemplazos y dando, por ende, visos de legalidad a un “concejal trucho”.

“Si hoy Maiorano estuviera en la Presidencia del Concejo, lo tendríamos que sacar. El reemplazo usualmente se hace por decreto y se convalida después, en el plenario y en la Comisión de Legislación. Se puede decir que, de alguna manera, convalidándolos nos equivocamos, porque no los revisamos. Pero se supone, también, que los radicales habían hecho el trámite como correspondía”, nos confiesa, sotto voce, el mismo concejal, añadiendo que “el tema es que si no consta una nota de excusación, da para sospechar que estas alterando la lista, independientemente que no lo diga, explícitamente, el Reglamento Interno, nota de excusación tiene que haber”.

Convengamos que se dice el pecado pero no el nombre del pecador, y las fuentes para un periodista, que asume su profesión como apostolado, son sacrosantas. De modo, pues, nos reservamos el nombre del edil que afirma: “…Y sí…, a Acción Marplatense le viene como anillo al dedo que, el entrecomillas “concejal trucho”, sea uno de los más íntimos asesores de Vilma. No se necesita ser un genio para inferir que es un “tiro por elevación”. Acá hay un condimento que se llama elecciones, y también portales de noticias, que viven de la bajada de línea del oficialismo, por obvias razones de pesos. Entonces, siempre tienen las primicias que al oficialismo le interesa que se sepan. Y tú, que eres cronista parlamentario, sabes mejor que yo, que el silencio está tarifado y si te apartas de una regla no escrita, sueles tener más problemas que soluciones para llegar a fin de mes. Y el otro condimento de la paella, lo aporta la torpeza de los radicales que, en los últimos tiempos, le está dando, al oficialismo, la materia prima para hacer miel. Ayer, flirtearon con los denarvaístas. Y ahora, con los macristas. Vuelven a agarrase de la cola del avión para levantar vuelo, a riesgo de sufrir otra dura caída. No escarmientan… ”.

Como el volcán chileno Calbuco, el Concejo Deliberante volvió a entrar en erupción y el smog de su microclima, al igual que las cenizas del volcán trasandino, ha invadido los cafés aledaños al Palacio Municipal. Así uno de los habitués comentaba a su interlocutor que le llamaba la atención que el Presidente del Bloque de Concejales de Agrupación Atlántica, José Cano, un duro crítico de la gestión económica y financiera del Intendente Pulti, “se haya sumado a la comparsa con la oposición de su Majestad, que encarnan kirchneristas y massistas”.

El otro que presumía de ser un sabelotodo le aseguró que “Gonzalo (Quevedo) y Cano tuvieron una “agarrada”. Gonzalo estaba más caliente que una pipa y se le plantó a Cano y le dijo que no era un “concejal trucho”, echándole en cara que se está prestando al juego pergeñado por Gustavo (Pulti) y el ex concejal ucedeísta, Esteban Pérez. La relación entre ambos data de cuando Gustavo se suma al Frente Vecinal russakista para su primera reelección como concejal. Y allí conoce a Esteban, un joven russakista de impronta peronista, que tiene llegada a Morrone. Al parecer, ella ni siquiera habría efectuado la presentación, sino que se la habrían redactado ahí adentro del Concejo, por orden del “Cholito”.

“Ante el cuestionamiento de Gonzalo, el sanguíneo Cano no se quedó atrás y le habría soltado que no sabía si era o no trucho, achacándoles a los “radichetas” que son unos desprolijos y que, por eso, ellos mismos son los que generan sus propios “quilombos”. Mira no necesito la bola de cristal para predecir que, al final del camino hacia las urnas, los radicales y los arroyistas van a terminar en la misma olla, como “niños envueltos”, cocinados, a fuego lento, por Gustavo”, aseguró el “sabelotodo”, jactándose de ser un avezado de las lides políticas, mientras revolvía el capuchino con una cucharilla de plástico…

Roberto Latino Rodríguez

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