Las acusaciones y chicanas entre el Frente para la Victoria (FpV) y el Frente Renovador (FR) en torno al tratamiento de las policías comunales, se profundizaron ayer con fuertes cruces en torno a las denuncias por la supuesta “compra” de senadores y la falta de quórum para el tratamiento de la ley.
Luego de que el miércoles se volviera a frustrar la sesión en el Senado para votar la creación de la fuerza para distritos de más de 70 mil habitantes, el vicegobernador, Gabriel Mariotto, acusó al massismo de “tirar bosta para todos lados” y pensar “en clave electoralista”.
“Los muchachos del FR, pensando en el título de los diarios del día siguiente, en clave electoralista y en línea roja con los asesores de imagen” dejaron sin quórum la sesión, se lamentó Mariotto y denunció que, encima, lo hicieron lanzando sospechas de “corrupción” contra el kirchnerismo.
El Vicegobernador disparó: “Si tienen incertidumbre acerca del resultado (de una votación), echan un manto de sospecha, empiezan a tirar bosta para todos lados, se levantan y se van”.
Por su parte, la titular del bloque oficialista en el Senado, Cristina Fioramonti, también criticó a los senadores del FR y los acusó de “bailar al ritmo” de Sergio Massa, y aseguró que la intención de los legisladores de ese espacio es “que la ley se discuta en los medios, no en el recinto”.
Y sobre las denuncias que realizaron sobre la presunta “compra” y presión a senadores para que cambiaran su voto, reprochó que el sector “embarra la cancha porque no quiere que haya policía local”, y fue más lejos: “Se deben estar refiriendo a los legisladores que ganaron con el FpV y después se pasaron a sus filas”.
Sobre los pases de bloque, la senadora anticipó que pedirá que se discuta sobre tablas en la próxima sesión el proyecto presentado por Fabio Sorchilli que proponía castigar estos pases.
Curiosamente, Sorchilli, reemplazante del secretario de Seguridad, Sergio Berni, senador con licencia por el FpV, se pasó al massismo en febrero pasado.
MAS CRITICAS
En tanto, desde el FR, el senador Hernán Albisu salió ayer a justificar que su espacio haya provocado la caída de la sesión, al insistir en que “en esas condiciones, donde existía un manto de sospecha, era imposible discutir una ley”.
En ese sentido, reclamó que “en vez de buscar voluntades de forma irregular, deberían debatir y consensuar para que la policía comunal sea una herramienta más en el combate contra la delincuencia”.
Albisu recordó que el FpV abandonó tres veces el tratamiento de la iniciativa y reiteró: “Había muchas irregularidades, por eso decidimos levantarnos”.
Por otra parte, el senador kirchnerista Mario Ishii reiteró su denuncia de haber recibido “aprietes” para modificar su voto, y responsabilizó a dos funcionarios vinculados a la Secretaría de Inteligencia (SI) si algo llegara a sucederle.
“Si me pasa algo, los responsables son Jaime Stiusso y Javier Fernández”, señaló el ex intendente de José C. Paz, e indicó: “Fernández maneja todos los jueces y Stiussi aprieta con la SIDE”.
Al mismo tiempo, criticó las sucesivas caídas de las sesiones para tratar el proyecto: “Acá la víctima soy yo. Se levantaron de un lado y me dejaron sin quórum, y se levantaron del otro y me dejaron sin quórum, yo siempre estoy”.
En tanto, en medio de las sospechas, que incluyeron declaraciones del intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, que había afirmado que el gobernador, Daniel Scioli, había intentado cambiar el voto de su hermano (el senador Roque Cariglino) por la condonación de una deuda municipal, salió el miércoles a decir que, en realidad, había hablado con la ministra de Gobierno, Cristina Alvarez Rodríguez, y que le había hablado “riéndose, tipo chiste. La política tiene estos chistes”, agregó.
No obstante, y en medio del escándalo, el fiscal platense Marcelo Romero inició ayer una investigación de oficio para esclarecer si efectivamente se produjeron hechos que puedan implicar el soborno para cambiar el voto, en torno al tratamiento de la ley.
El Senado tiene previsto ahora tratar el proyecto de policías comunales el próximo 26 de junio, aunque su sanción parece cada vez más lejana.
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