Política

Policía Local, un proyecto en picada

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El debate por la Policía Local sigue siendo la vedette en el recinto legislativo y el tema que mide fuerzas entre oficialistas y massistas. El Frente Renovador no logra imponer su voluntad, pero se llevó una victoria importante en la lucha por la creación de la nueva fuerza. Las modificaciones en el articulado siguen siendo el punto de conflicto. Las posiciones de Ishii y Foglia, fueron las que precipitaron un final que se viene repitiendo demasiado seguido. El oficialismo podría convocar a Berni para dar vuelta los números.

Un nuevo intento de sanción fallido tuvo el proyecto de Policía Local, cuando después de la aprobación del texto en general, se frustró su votación en particular, es decir artículo por artículo, luego de que la UCR se negara a participar del debate, por haber marcado su voto negativo a la totalidad de la iniciativa.

La sesión arrancó 90 minutos después de lo que estaba previsto, y ese precisamente fue el tiempo que duró la reunión entre Mario Ishii y el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados. Durante ese lapso, el primer piso de la Legislatura se mimetizó con el interior de un hormiguero, con senadores que iban y venían entre despachos y con muchos otros que en los pasillos hablaban con la prensa. El ministro buscó doblegar la decisión del ex intendente de José C. Paz, pero no lo logró.

El miércoles pasado nuevamente se intentó discutir el avance de la Policía Municipal. 46 senadores ocuparon sus bancas para comenzar la sesión, aunque previamente debió prestar juramento como legislador del Frente Renovador, Facundo José Fernández, quien ingresó a la Cámara Alta en reemplazo Héctor Vitale, que se ausentará durante algún tiempo por problemas de salud. A diferencia de la sesión anterior, cuando el massismo se negó a aprobar la licencia de Patricio García y a aprobar el ingreso de Norberto García, el oficialismo hizo gala de lo que consideró “una tradición de la cámara” y sin vueltas la aprobó, al tiempo que señaló que “no se debe sacar ventajas políticas y cumplir con el reglamento”

Cuando comenzó el debate en el recinto, las posiciones respecto a la votación fueron claras: el oficialismo aprobaba sin modificaciones; el Frente Renovador y Mario Ishii, acompañaban en general, pero pretendían la reforma de varios artículos; y finalmente los 3 senadores de la UCR, junto a Omar Foglia, del FAP, rechazaban la iniciativa en su totalidad.

Tras el asentimiento a la consideración del proyecto en particular, el senador radical Carlos Fernández, advirtió que su bloque se retiraría y no participaría de la votación uno a uno de los 117 puntos del articulado, lo que dejaba en desventaja al FPV frente a los massistas, ya que el Frente Renovador (20 bancas) sumaba las voluntades de Ishii y Foglia, mientras que el oficialismo (19 bancas) anexaba a de Mónica Macha de Nuevo Encuentro y la denarvaísta Nidia Moirano y no le alcanzaba para forzar un desempate a través del presidente del Senado, Gabriel Mariotto. De hecho, los dejaba perdedores 22 a 21.

Viendo este panorama desfavorable que condenaba la vuelta de la iniciativa a Diputados, donde los cambios no son bienvenidos, la senadora Cristina Fioramonti hizo gala de su rapidez de reflejos y pidió un cuarto intermedio, del cual jamás se volvió. La excusa fue el retiro de los radicales del recinto, pero lo real era que buscaron la manera de huir del recinto dado que no contaban con los votos para evitar las modificaciones del pliego y avanzar con el proyecto tal cual había sido recibido de Diputados.

Caída la sesión, las posturas frente a lo que allí pasó y lo que pasará el próximo miércoles, cuando el cuerpo legislativo de la Cámara alta vuelva a juntarse en asamblea en el recinto, difieren de manera casi polar.

Por un lado el oficialismo sostiene que lo que ya se votó cuenta con el aval y la validez necesarios para avanzar solamente sobre el proyecto en particular. De ser así, el Frente para la Victoria tiene un as bajo la manga, que podría sacar si es necesario, trayendo nuevamente a su banca a Sergio Berni, haciendo que la deje su suplente Roberto Fabio Sorchilli, que hoy responde a las filas de los alineados tras Sergio Massa.

Pero si bien esto es una posibilidad, el hoy titular de la Secretaría de Seguridad de la Nación no dejó del todo clara su postura frente a la posibilidad de que los municipios cuenten con Policías Locales. En declaraciones a la prensa en los últimos días, indicó que esta alternativa “si se conduce mal, si se hace mal, va a ser parte del problema” y puntualizó su descuerdo en uno de los puntos que el massismo reclama, al recalcar que “el policía es policía las 24 horas del día y el armamento es parte de su trabajo”.

Finalmente, Berni debería renunciar a su cargo en el Ejecutivo Nacional, para reasumir su banca en el Senado bonaerense, y poner el marcador 22 a 21, pero a favor del oficialismo, algo que aunque parece posible, sobre todo si la orden viene de arriba, se avisora como bastante difícil de concretar.

Habrá qué esperar si Mariotto sale en busca del secretario de Seguridad y, si en todo caso, este accede teniendo en cuenta no sólo sus diferencias con la iniciativa, sino con la postura de la presidenta Cristina Kirchner sobre la Policía Local, a la que criticó duramente luego de un cruce entre La Cámpora y efectivos dependientes de la fuerza de Gustavo Posse.

Por otro lado desde el Frente Renovador se aferran al artículo 136 del Reglamento Interno de la Cámara, el cual dice que “Todo proyecto votado en general, o en general y parcialmente en particular, que se destine o vuelva a comisión, al ser considerado nuevamente recibirá la totalidad del trámite ordinario, como si no hubiese existido pronunciamiento alguno”.

Si esta interpretación fuera la correcta, la aprobación que recibió al tratamiento ‘en general’ quedaría nula y debería ser puesto nuevamente a consideración de los legisladores en el recinto de avenida 51.

El massismo mide su fuerza

A todo esto el avance del pliego va en picada. El oficialismo cuando aprobó el proyecto el Diputados, supuso que esa media sanción lo habilitaría rápidamente para avanzar en la creación de las Policías Municipales y subestimó la fuerza del Frente Renovador que presionó con el número de bancas en el Senado.

El escenario indica que hay varias alternativas. El miércoles el proyecto podría convertirse en ley sólo si el oficialismo logra una mayoría para su aprobación, sea vía convencimiento de Mario Ishii, logrando torcer la postura de los radicales o el representante del FAP o si el secretario de Seguridad renuncia a su cargo. Cualquiera de las tres opciones son difíciles.

En la vereda de enfrenta, el massismo se refriega las manos y se prepara para una victoria. Las posibilidades de que las Policías Locales sean aprobadas sin modificaciones son bajas, por lo que podría volver al Diputados con cambios en el articulado, tal cual esperan. En la Cámara Baja, si los camporistas se niegan a acompañar las modificaciones, el proyecto caerá y sólo podrá tratarse una iniciativa con igual tenor a partir del 2015, quitándosele la posibilidad a Daniel Scioli de darle la bienvenida a la primera camada de policías el año próximo. Dicho escenario se podrá ver recién en 2016.

De prosperar las modificaciones y pasar a la Cámara de Diputados, el massismo logrará que se apruebe su ley de Policías Locales. De caer el proyecto en dicha cámara, el costo político lo pagará el oficialismo. En ambos casos, el triunfo será de Sergio Massa y sus legisladores.

Para saber cuál será el panorama, hay esperar hasta el miércoles. Mientras tanto el proyecto de Policía Local dormirá durante unos días más entre las paredes de la Legislatura.

Nova

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