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Peñarol detuvo su marcha ganadora en Bahía Blanca

07_8f_0Bahía Basket se quedó con un fantástico pero sufrido triunfo en el Casanova ante Peñarol. Los bahienses vencieron a los marplatenses por 76 a 68 y de esta manera encadenó su tercera victoria al hilo y bajó el momento de su rival, que venía de tres triunfos en fila. El local tuvo un goleo bastante repartido con Lucio Redivo, Jamaal Levy y Gastón Whelan, mientras que en el “Milrayitas” se destacó Massarelli con 16.

La derrota de Peñarol, sin Sergio Hernández dirigiendo al equipo por inconvenientes personales del entrenador, puso un manto de suspenso a la clasificación de los marplatenses de cara al Súper 4. La “Peña” comandado por Gabriel Piccato, quedó con récord de 10-5 y ahora Obras y San Lorenzo aparecieron con más chances de meterse en el torneo de finales de diciembre.

El juego arrancó bastante parejo, aunque con distintas facetas en ambos equipos. Bahía se mostró un tanto impreciso en sus ofensivas iniciales, mientras que Peñarol estuvo un poco más atado por la defensa local, que lo obligó a tirar desde lejos y le sacó cierta potencia en la pintura.

Los marplatenses tuvieron algunos problemas para defender las ofensivas bahienses y esa desventaja no le permitió sacar diferencias en el tanteador. El ataque del “Milrayitas” no fue un problema, sino la falta de oposición que demostró para frenar las corridas y los ataques bahienses. De todas formas, Peñarol se llevó el primer capítulo por 21-17.

En el segundo segmento el aro se le cerró a Bahía y Peñarol lo aprovechó. Los de Piccato abrieron rápidamente la brecha de puntos con Brussino (triple) y Gutiérrez, para tomar once de distancia y lograr un colchón de puntos importantes (29-18). Bahía perdió su peso y empezó a quedarse en el camino.

Peñarol controló las acciones del segundo episodio, dominó en el juego interior con Acuña (ganó el duelo contra todos los defensores que le puso Bahía) y mantuvo la diferencia. Bahía careció de juego asociado, se pinchó y solamente tuvo algunos arrestos individuales más que nada de la mano de Levy, pero insuficientes para revertir el mal momento del local.

Dentro de esa irregular Bahía tuvo un poco de fortuna y se puso a cuatro unidades (37-33) después de un doble de Whelan, sin embargo Peñarol volvió a sacar distancias y cerró el capítulo recuperando aire. Lo de Acuña fue decisivo, porque su labor en aquel parcial fue fantástico y permitió que el “Milrayitas” se vaya al descanso largo 44-35 arriba.

Pero el partido tomó un nuevo giro en el reinicio de las acciones. Peñarol se secó en ofensiva y disminuyó su nivel considerablemente, abusó de las individualidades y poco a poco se fue nublando cada vez más (le costó anotar ante el trabajo defensivo de Carter). Las decisiones apresuradas no ayudaron, mientras que el movimiento del banco tampoco dio soluciones inmediatas.

En Bahía ocurrió todo lo contrario. El dueño de casa tuvo una transformación, de aquel segundo parcial donde bajó su efectividad ofensiva pasó a un tercer periodo con una energía renovada y varios puntos en la mano. En defensa no hizo una labor descollante, pero en ataque fue descontando la brecha poco a poco y cuando recuperó la confianza logró levantarse.

Lo del equipo de Ginóbili fue notorio, porque se poniendo a tiro con los libres de Whelan y Redivo pero terminó de volcar la historia con dos acciones consecutivas claves de Thomas (una volcada y un triple). Bahía imprimió un parcial de 11 a 0 y pasó al frente por 46-44, obligando a Piccato a pedir un tiempo muerto urgente para cambiarle la cara a Peñarol.

Los visitantes estuvieron casi ocho minutos sin convertir y claramente eso fue un problema. Aunque tras el minuto pedido por Piccato se terminó la sequía, la realidad indica que Peñarol no tuvo un buen periodo y que tampoco logró destaparse en el tiempo restante. La visita solamente anotó 4 puntos en ese parcial, y Bahía cerró el tercer capítulo con ventaja de 49-48.

El último cuarto arrancó a toda marcha, Bahía abrió el parcial con un doble de Jasen y una bomba de Redivo pero “Peña” contestó desde el perímetro con dos triplazos de Giorgetti y Massarelli.

El “Milrayitas” retomó la delantera porque fue más constante, apoyándose en un muy productivo Massarelli pero sumando un buen tramo de Brussino para liderar 62-58 a menos de siete minutos.

De todas formas Bahía tuvo respuestas muy positivas. Carter apareció con una sobria faceta ofensiva, pero los que terminaron de volcar el marcador fueron las dos bombas que encajaron Jasen y Whelan. En un trámite tremendo e intenso, el dueño de casa pasó a ganar 68-66 en el marco de un partido con cierre apretadísimo.

La potencia de Jasen fue clave en los minutos finales, Bahía se disparó a 70-66 y mantuvo esa ventaja a pesar de que después de ello se presenció muchísima imprecisión en ambos elencos. La brecha no fue definitiva hasta el final y Bahía sufrió, pero Peñarol siguió marrando sus ofensivas y dos libres de Redivo afianzaron la ventaja local. Sin más tiempo en el reloj, los de Ginóbili terminaron de sellar un gran triunfo por 76-68 y bajaron a un Peñarol que venía en alza y ahora deberá esperar para saber si disputará el Súper 4.

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