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Para el puerto cien años son nada

Bahía Blanca y Necochea son dos puertos que se han desarrollado y crecen incesantemente, inversiones públicas y privadas, renuevan y transforman esa vida tan singular que se vive en los puertos. El de Mar del Plata cumple años y festeja el centenario, pero cada vez está más postergado, sin rumbo, inaccesible, con menos servicios etc. En una nota de la Revista Puerto que firma Roberto Garrone, se pinta un panorama en la que cien años son nada. ¿Por qué crecen Bahía Blanca y Necochea? Los otros puertos bonaerenses y bajo la misma figura de administración. Es un debate en serio pendiente en la ciudad. Políticos, empresarios y sindicatos han aportado su dosis, para conservarlo prácticamente en su estado artesanal, y hoy desprendido del mundo en su actividad específica, abandonado por empresas, exportadores y productores.

 

Dice Garrone en la Revista Puerto:

Ayer se conmemoró el centésimo aniversario de la colocación de la piedra basal de la construcción del puerto Mar del Plata. Un siglo donde la infraestructura portuaria sigue siendo la misma que en aquel 1913. Los constructores que aquel 24 de febrero de 1913 colocaron la piedra basal de lo que luego de más de una década de ahogar piedras en el mar se transformaría en el puerto de Mar del Plata nunca pensaron que cien años después, la obra mantendría la misma estructura básica de las dos escolleras dando abrigo a la rudimentaria flota pesquera.

A un siglo de aquella fecha, la estación marítima transformada en la principal en materia pesquera del país, luce ayuna de inversiones que le permitan oxigenar el crecimiento de la flota a partir de la instalación de nuevos muelles y con su boca de acceso en emergencia, amenazada por el banco de arena que se recuesta sobre la Escollera Sur.

El acto para recordar los tiempos pasados fue tan modesto y apurado como opaco y ordinario es el presente. La ceremonia incluyó una reseña histórica de aquella obra, reflejada a través de un video aportado por el Museo del Hombre de Puerto “Cleto Ciocchini” en el que se advierte una Mar del Plata que crecía en los comienzos del Siglo XX y emprendía entonces el desafío de contar con su propio puerto de aguas profundas.

Desde las 13 comenzaron a llegar autoridades e invitados especiales, quienes observaron un registro fílmico de la época, que aportó el Museo del Hombre del Puerto, dirigido por Héctor Beccerini.

“La piedra fundamental se colocó el 24 de febrero de 1913 y pronto se pusieron en marcha los trabajos, con una primera etapa que fue la construcción de obradores que hoy todavía podemos encontrar en pie en la jurisdicción”, dijo Beccerini en referencia al edificio de Avenida de los Trabajadores y 12 de Octubre.

En esas mismas imágenes también aparecen el ministro de Obras Públicas Ezequiel Ramos Mejía y el diputado Pedro Olegario Luro, gestores principales de este emprendimiento que se abrió paso en 1909 con la sanción de la ley nacional que autorizaba la inversión y se vio cristalizado casi 15 años después cuando concluyó la etapa principal de obras encargadas a la empresa francesa Allard, Dolfus, Sillard y Wiriot, la misma que había construido el puerto de Montevideo.

Sobre aquella piedra fundamental –ubicada en Av. Prefectura Naval y Avenida de los Pescadores- y como cierre del acto se colocó y descubrió una placa recordatoria con la que los funcionarios del siglo XXI evocaron aquel punto de partida para la construcción del Puerto de Mar del Plata.

Durante la bendición, el párroco de Sagrada Familia, presbítero Hernán David, destacó esta placa como “símbolo del trabajo que caracteriza a toda la gran familia portuaria y que en gran medida también identifica al conjunto de nuestra ciudad” y elevó una oración por todos los trabajadores que viven de este puerto y el mar “al que los pescadores recurren a diario en busca de sustento para sus familias”.

La ordenanza municipal 19184, por iniciativa del ex concejal Fernando Rizzi, dispone el emplazamiento del monumento de Pedro Olegario Luro en la plazoleta ubicada en Av. Paso y Alem, un punto panorámico desde donde se observa el puerto local.

La norma fue aprobada en mayo de 2009, pero todavía el monumento está arrumbado en el Museo Archivo Histórico Municipal. Cuando se cumplan 100 años de haber terminado la construcción del puerto quizás sea un buen motivo para hacer efectivo lo dispuesto por la ordenanza.

El interventor del Consorcio Portuario Mar del Plata, Matías Machinandiarena, destacó en el acto que esta es una fecha histórica que resume “nada menos que un siglo de vida para nuestro puerto, caracterizado siempre por su capacidad de trabajo, protagonismo en la economía de la ciudad y permanente vocación de crecimiento”.

Sería bueno que esas características se reafirmen con nuevas inversiones, un plan estratégico que atienda las demandas y necesidades de armadores y permisionarios y de una vez por todas se comience a dragar. De manera eficiente, no con la despilfarradora serial de recursos públicos que es la “Mendoza”.

Esa sería la mejor manera de honrar a los pioneros, a los visionarios que se animaron a desafiar y alterar a la madre naturaleza, y le regalaron una joya de la arquitectura moderna a una ciudad que todavía no sabe bien qué hacer con él. Y ya pasaron cien años.

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