La explanada de la Municipalidad fue escenario de una nueva protesta. Ayer, una hora antes de que se inicie la restricción horaria que rige para el nuevo confinamiento para los distritos con alto riesgo y alarma epidemiológica, un grupo de padres autoconvocados se movilizó nuevamente para reclamar por las clases presenciales en Tandil.
En una jornada que coincidió con movilizaciones en otros puntos del país en rechazo a las nuevas restricciones anunciadas, en Tandil la protesta tuvo por objetivo expresar el descontento por el impacto que tiene la medida en la formación de los niños y jóvenes.
También se sumaron algunos docentes y estudiantes que mantienen el reclamo, organizados a través de un espacio que comparten junto a sus pares de otros puntos del país. En la oportunidad, observaron un “abandono completo” de la educación por parte de las autoridades y alertaron sobre las dificultades que se presentan para acceder a la virtualidad.
El encuentro sumó banderas argentinas y carteles que expresaban la consigna. Comenzó cerca de las 17:00 e incluyó una breve vigilia durante una hora. En ese tiempo, colocaron velas sobre las escaleras de la explanada de la sede de Gobierno para dar un marco al reclamo.
“De tanto ahorrar en educación, nos hemos vuelto millonarios en ignorancia”, rezaba uno de los mensajes expuestos frente a la puerta de la Municipalidad.
Organizados a través de las redes, a raíz de una medida que se implementó desde la Fase 2 y que se mantuvo en esta nueva etapa del aislamiento, decidieron salir a las calles para hacer visible un reclamo, en medio de una situación epidemiológica compleja, con alto nivel de contagios y un sistema sanitario al límite.
La vigilia fue en reclamo por la presencialidad y por la “emergencia educativa” que se vive en Argentina, resumieron dos estudiantes del nivel secundario a El Eco de Tandil, Samuel Corredoira y Camila Marcucci.
Integrantes del espacio “Estudiantes organizados”, creado en octubre del año pasado en Capital Federal y que se extendió por todo el país, indicaron que en Tandil la red se replicó y abarcó a varias escuelas de gestión pública y privada.
“Notamos que la política no le da importancia a la educación”, y con la irrupción de la pandemia el año pasado “vimos un abandono completo, y muchos chicos no tenían forma de acceder a la virtualidad”, expresaron.
Alertaron además que “más de 70 mil alumnos cortaron el vínculo con la escuela” y se preguntaron “a cuántos más vamos a marginar”. Por eso, reclamaron la presencialidad para poder revertir este escenario. “Los estudiantes no contamos con las herramientas para poder llevar adelante la virtualidad”, además de la ausencia de un docente en el aula “a quien consultar”.
Para finalizar, los jóvenes, que asisten a la Escuela Nacional “Ernesto Sábato” y a la Escuela Media 11 (ex Polivalente) aseguraron que los establecimientos educativos “no son focos de contagios”, y que ese es un argumento válido.
A propósito de esta circunstancia, rechazaron la relación entre la actividad escolar y los focos de contagio, y argumentaron que la escolaridad “sirve para detectar” los casos positivos y que los agrupamientos “funcionan”.
En medio de un encuentro espontáneo, un grupo de madres y docentes compartieron sus apreciaciones sobre el actual contexto, aseguraron que los protocolos en las escuelas se cumplen y defendieron la presencialidad.
En las escuelas “no se dan contactos estrechos, porque estamos siempre con distancia de los alumnos, con barbijos y máscaras”, expresó una maestra, en un posicionamiento que sumó otras adhesiones y expresiones que apuntaron a que el principal problema está “en las reuniones sociales”.
Preocupados, lamentaron este escenario y alertaron que traerá “serias consecuencias” en la formación de los niños y jóvenes. “La situación epidemiológica no tiene relación con las escuelas”, enfatizó Soledad, una de las madres presentes.
Fuente: Eleco.com.ar
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