Fue un estrecho colaborador de Michele Ferrero, dueño de Nutella y un increíble emporio dedicado a los dulces. William Salice quedará en la historia por ser el creador de uno de las golosinas más famosas del mundo: Kinder Sorpresa.
Salice murió hoy 30 en Pavie, el sur de Milán a los 83 años, producto de un accidente cerebrovascular (ACV). Originario de Turín, el hombre se inspiró en los huevos de Pascua en los años 70 para recrear una invención que aún continúa siendo exitosa entre los más pequeños.
Salice ideó que huevos de chocolate tuvieran en su interior una cápsula de plástico que contuviera piezas para poder armar diversos pequeños juguetes. A partir de entonces se vendieron miles de millones de este producto en todo el mundo. En Francia, por ejemplo, se consumen 100 millones por año.
En una entrevista dada hace algunos años, Salice quiso restarle importancia a su participación en la creación del chocolate. “El inventor fue Ferrero, yo sólo lo materialicé”, indicó.
A pesar del éxito, en 40 años de ventas, los Kinder Sorpresa también sufrieron algunos contratiempos. En los Estados Unidos, por ejemplo, debieron ser modificados, por una ley de 1938 que prohibía colocar elementos en el interior de los productos comestibles. En Francia, un niño de tres años murió por atragantarse con el cobertor plástico. Ferrero fue declarado inocente por ese trágico incidente. Y más recientemente, en Chile, fue sancionado por la ley de obesidad.