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Semana Social: Mensaje final y misa de clausura

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El mensaje final de la Semana Social 2018, fue leído por monseñor Rubén Frassia, obispo de Avellaneda Lanús y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.
 
“Con el lema “Democracia, un camino de servicio a los pobres” se realizó en la Ciudad de Mar del Plata la Semana Social, organizada en forma conjunta por el Obispado local y la Comisión Episcopal de Pastoral Social. Estos días de encuentro y reflexión pusieron como centro de preocupación y debate la deuda social de la democracia con los pobres. En los paneles desarrollados durante la jornada se resaltó la urgencia de encontrar caminos de reparación para la exclusión y la marginalidad creciente de millones de argentinos, así como la responsabilidad de las instituciones democráticas en la promoción de políticas de inclusión, empleo y protección.

La pobreza debe estar en el centro de las preocupaciones de la democracia, se enfatizó durante las deliberaciones, donde también se pidió que las políticas de ajuste no se practiquen sobre los pobres.

Con el eje en una más equitativa distribución de la riqueza, se recordó reiteradamente la necesidad de la aplicación de nuevas normas éticas sobre el sistema financiero, a la luz del reciente documento “Oeconomicae et pecuniariae quaestiones” (Las Cuestiones Económicas y Financieras).

A lo largo de los tres días, en el marco de un encuentro fraterno, participaron representantes del ámbito institucional, político de distintos espacios partidarios, sindical, entidades empresarias, movimientos populares, delegados de diversas pastorales nacionales, equipos diocesanos y dirigentes de las organizaciones de la sociedad civil. Asimismo, durante el primer día, se realizó el encuentro de jóvenes del Programa Nuevos Dirigentes.

Se compartieron ideas y opiniones sobre varias cuestiones vinculadas al cuidado de los derechos humanos que dan contenido a la democracia, con sus valores de justicia, verdad e igualdad de oportunidades. También al clamor de los pobres por la tierra y su hábitat como uno de los pilares que nos enseña el Papa Francisco con su llamado a promover el Trabajo, la Tierra y el Techo para todos, en el marco de su convocatoria -para octubre del 2019- al Sínodo sobre Amazonia: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Economía Integral.

También se denunciaron las políticas que estimulan la explotación indiscriminada de la naturaleza, causando daños irreparables a la “casa común” bajo el predominio de un sistema tecnoeconómico regido por el lucro y despojado de toda responsabilidad social.

Con la mirada agradecida por los 35 años en Democracia, pero con la preocupación por las asignaturas pendientes, los paneles también se interrogaron sobre la deuda que la política tiene con los pobres, en especial con los menores sometidos a los flagelos del desamparo, del trabajo infantil, la explotación y la trata de personas.

El Papa Francisco nos convoca permanentemente a buscar caminos para la promoción social y a rechazar modelos que anteponen el interés económico o sectorial, con sus políticas que colocan la dignidad humana en la periferia de las preocupaciones. En su mensaje para la Segunda Jornada Mundial de los Pobres (Vaticano 13/06/18) nos recuerda que “El Señor escucha a los pobres que claman a Él. Escucha a aquellos que son perseguidos en nombre de una falsa justicia, oprimidos por políticas indignas de este nombre y atemorizados por la violencia; y aun así saben que en Dios tienen a su Salvador”.

Como argentinos y comprometiéndonos cada uno desde nuestro lugar, estamos llamados a consolidar la Democracia como único camino para saldar su deuda con los pobres y descartados de nuestra patria.

Cercanos a María que desde Luján nos dice: Argentina Canta y Camina”.

La misa de clausura, fue presidida por monseñor Jorge Lugones, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y se realizó en el mismo hotel Intersur 13 de julio.

Homilía de monseñor Jorge Lugones 

 Domingo 24 de junio.

Somos como Juan Bautista, precursores, Juan vino a servir y nuestra tarea también es el servicio a los más pobres. El precursor sabe que viene otro y prepara el camino. Nosotros queremos preparar el camino del Señor con nuestra vida.

La figura que se nos presenta es la de un hombre que rompe con las estructuras religiosas, políticas de la época y se despoja, se va al desierto. Allí comienza su profecía denunciando y llamando a la conversión del corazón. La figura del Juan el Bautista es el que lucha contra el mal, tal es así que esta lucha les va a costar que le corten la cabeza. Pero no todo es malo.

El Evangelio de hoy es que se alegra la casa por un nacimiento. Y nosotros también nos alegramos por habernos convocado acá y compartir. Aunque a veces quieran enmudecernos como a Zacarías. Y bueno, tendremos que hablar en el tiempo que haya que hablar, y callar cuando haya que callar. Y finalmente una acción, que es el servicio a los más pobres. Casualmente el nombre de Juan quiere decir “el que es fiel a Dios”. Y nosotros queremos serles fiel a Dios en el servicio a los pobres.

Dice Mateo 25: tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve preso y enfermo. Podríamos decir estaba desconsolado y me consolaste con un abrazo, estaba angustiado y me pusiste la oreja y me escuchaste, estaba renegado y me diste confianza. En Mateo 25 hoy se cumple también en la acción que nosotros hacemos al servicio de los más pobres.

Pidámosle a la Virgen, que es la Madre Nuestra Señora de Luján, confiar como ella. Porque ella denota esperanza, y nosotros tenemos esperanza en Dios. Y como comunidad, como pueblo es la espera confiada. Los ojos de la Virgen de Luján miran a su pueblo. Nos encomendamos también en ella en este camino de esperanza.

5 Comentarios

  1. Ahhhhh…. ahora a la iglesia le interesa la democracia?!
    Muy bien!!!!!!

  2. Ahhhh bueno las oavadas que hay que soportar

  3. Haz lo que yo digo, no lo que yo hago

  4. Predique el Evangelio del Señor Jesús y vacie todo el contenido que tiene en su cabeza al pie de la cruz del Hijo de Dios,el único que tiene el poder de cambiar la vida. Dios es personal, y trata con cada individuo personalmente.

  5. Monseñor Mestre, ahora se dan cuenta que hay pobreza? Prueba contundente de la lejanía de la Iglesia del problema de la gente

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