Política

Mar del Plata sin nafta y en punto muerto

dhsdhghgdsUna instancia que podría haber sido evitada. Pero hay rencores políticos y personales, entonces los marplatenses y los turistas, otra vez deberemos pasar por la incomodidad y el hastío que el HCD debata una emergencia que a esta altura, resulta obvia.

Hay que remontarse a ejercicios de años anteriores donde los términos, déficit, malversación, descubierto, etc. formaban parte de una campaña adelantada. Ahora ya está, el ciudadano decidió y hasta sería de buen gusto y prudencia política, “hacer mutis por el foro”, pero no está en el ánimo de la oposición.

Donde hay emergencia es en la gestión, señaló la ex patinadora Claudia Rodríguez, tan áspera como en las pistas. Ella misma al asumir en Tránsito dijo a boca de jarro que no era necesario ser ningún sabihondo, para manejar una dependencia de las más complejas de la ciudad. Duró lo que una moneda en la puerta de una iglesia. Hoy, inesperadamente, se ha convertido en una azuzadora verbal, seguramente guionada.

Acción Marplatense gozó del apogeo K, durante 8 años. Pero los resultados no convencieron y las urnas lo expresaron ¿Por qué Mar del Plata debería estar exenta del vaciamiento de un país? Hasta el PAMI quedó deshecho. Scioli dejó en rojo el Banco de la Provincia. Y las reservas del Banco Central estaban cubiertas por papeles. Espinoza, en La Matanza, se empeñó hasta los ojos, difícilmente encuentren un retorno en la política.

La corrupción, y una toma indebida de beneficios de empresas públicas, todavía están en proceso de relevamiento, y la investigación de las denuncias se ha convertido en políticas de Estado, que con el transcurso del año la sinuosa señora justicia deberá investigar y condenar.

La oposición, en la que debe incluirse el Frente para la Victoria, vivió un jubileo por el claro contubernio del Departamento Ejecutivo y el Sindicato de Trabajadores Municipales, que hicieron caja con los ingresos y las desmesuradas estructuras que hoy resultan insostenibles.

Desocupación, pobreza, inseguridad, la peligrosa y alta tasa de subocupación, el florecimiento de máquinas tragamonedas, el crecimiento de la actividad lúdica y la deserción de Scioli de sus obligaciones primarias, fueron sumiendo a la Mar del Plata de los días en que vivimos. Sin nafta y en punto muerto.

Hoy el debate será estéril, tal vez pirotecnia verbal y provocaciones, pero nada que modifique lo que el ciudadano ya ha comprobado. Con la emergencia aprobada bajo el brazo, resta la confección del presupuesto, ya comprometido, sino se revisan el contrato de la recolección de residuos y todos los componentes de una masa salarial, que sólo estarán al día con resignaciones a cargo de los contribuyentes que pagan las tasas.

Hay una clara intencionalidad de acelerar el desgaste de CAMBIEMOS. El oficialismo está más comprometido por cuestiones propias, de funcionamiento de la coalición y de las internas insufribles. Desde el mismo riñón generan más daños que los enemigos, y es difícil que esta situación perdure indefinidamente. Ceder en cuestiones primordiales y manejar mal los tiempos, son dos variables que le cuestan corregir al “equipo de Arroyo”.

El papel de la confrontación sirve para disimular los males de la herencia recibida, un dato no menor que apunta a apoyarse en el eventual desgaste de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, un efecto transferencia que podría impactar de lleno en Mar del Plata, donde el PRO es un dibujo, que funcionó sólo en una fórmula electoral.

No se observa a las organizaciones kirchneristas locales, en actos de resistencia en apoyo de Milagro Sala, aunque los huérfanos políticos son amplia mayoría en una ciudad que carece de referentes.

 

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com

2 Comentarios

  1. A todo esto yo me pregunto….donde carajos esta Pultti que no esta instalado con una carpa en la puerta de tribunales?? Hay que dejarlo en paz y tranquilo despues de lo dejo en mar del plata? Donde estas hijo de puta que te voy a moler el culo a patadas….chorro

  2. Siempre el verso de la pesada herencia recibida. Hay cosas para las que no se requiere gastar dinero, como por ejemplo poner a trabajar al personal de Tránsito, que sigue cobrando el sueldo pero ni se les ve el pelo. Menos quejas y más hechos.

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