Ciudad, Destacado

Malestar e inquietud, por el achique, en el personal del diario El Atlántico

Una vez más el tradicional matutino de la ciudad, atraviesa por una etapa cargada de incertidumbre sobre su futuro. La ruta de un rumbo hacia un “diario satélite”, como definición, realizada por voceros nunca debidamente identificados,  no produce otro efecto que el desconcierto.

0000012069-s¿Qué es un diario satélite? Un diario sin sede física (edilicia) como ya ocurrió con el Diario Crónica, perteneciente  (como El Atlántico) a Editorial Sarmiento, absorbida por la Obra Social de la UOM, (Grupo Olmos) ergo, Antonio Caló, con una estructura sindical y administrativa, que responde al kirchnerismo y goza de total impunidad para golpear, amedrentar con barras brava de clubes del Gran Buenos Aires, que responden a la patota sindical. Así fue tomado el diario Crónica, dejando como saldo nueve trabajadores heridos en 2004, tres de ellos de gravedad, tras una protesta de periodistas y gráficos,  que fue diluida con ayuda oficial, a través del corte de servicios totales del edificio, como luz, agua, electricidad y teléfonos.

Lo cierto es que por Bolívar 2975, ya se abrió el registro de retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas, reasignación de tareas y no renovación de contratos, viviéndose una etapa de sintonía fina, alentada por una economía que ya no resiste el asistencialismo ni los subsidios. El que no arregla por el 30 % de la indemnización, debe hacer juicio y cobrar en cuotas que se caen por incumplimientos de la editorial. De esto no hablan Tomada, Quartango, Iriart, Curuchet, Scioli y toda esa banda, que dan protección política.

Esta difícil situación, se encuentra en conocimiento tanto de Hugo Moyano como de Antonio Caló, que han preferido evitar involucrarse en el tema, todo esto ocurre en medio de la discusión de la adecuación, de la ahora declarada constitucional Ley de Medios, una concesión de la Corte Suprema a la políticamente debilitada Cristina Fernández de Kirchner. Esta es una nueva demostración de que la Ley de Medios, sólo tiene como objetivo destruir, desmantelar y debilitar al Multimedios Clarín.

La situación ya se puso en conocimiento del intendente Gustavo Pulti, quien usó El Atlántico como instrumento de operaciones de prensa, en combinación del ala política desgastada de la Casa Rosada, envuelta hoy en medio de feroces internas palaciegas. Pulti ya está al horno con papas, y lo único que puede hacer es multiplicar su cadena de incumplimientos, que ya no le permiten ingresar por las puertas del Palacio Municipal, sino que debe hacerlo a través del acceso a la cochera de calle Rioja, y con auto de vidrios polarizados.

Hoy El Atlántico, cuenta con alrededor de 40 personas, afectadas a la redacción, maestranza y administración, habiendo cesado en sus tareas de impresión, que se hace en talleres propios donde se imprime Crónica en el GBA. Hoy el inmueble de El Atlántico, tiene un gran valor como edificio, para diversos usos inmobiliarios y/o alquiler de oficinas al Estado, como ya ocurrió con el inmueble de Garay y Azopardo, donde funcionaba el histórico edificio del diario Crónica.

Los miembros de la redacción de El Atlántico, desde hace por lo menos una década, han sido los únicos capaces de mantener el diario en la calle, para conservar la marca y entregar a los lectores un diario digno a pesar de la presiones y la censura existente que baja tras la línea de órdenes.

 

En la actualidad el Sindicato de Prensa, quedó en la órbita de la CTA que comanda Pablo Micheli, siendo mínima la presencia kirchnerista, y ausente, ya de las decisiones, tras haber abrazado la causa K, y haber limpiado el gremio de la presencia de independientes, Partido Humanista y Partido Obrero, para jugar como organización sindical como funcional al poder, transformándose en una prolongación políticamente oficialista como el diario La Capital.

La orden que bajó en El Atlántico desde Capital Federal, fue no molestar a Florencio Aldrey Iglesias ni al gobierno nacional. No hay que olvidar que el empresario gastronómico, compró en un remate las máquinas rotativas del diario, que perteneció a Héctor Ricardo García. Aldrey Iglesias adquirió la plata impresora, con el claro propósito de acentuar su hegemonía en Mar del Plata, que ha logrado terminar con las equivalencias en la ciudad, anulando la competencia,  con la complicidad de todos los oficialismos locales desde hace tres décadas.

Hasta al embajador argentino en Venezuela y autocandidato a intendente 2015, ingeniero Carlos Cheppi,  lo sacaron vendiendo almanaques, cuando fue a quejarse porque favorecían Pulti, chapeando con la figura del ministro de Planificación Julio De Vido.

Un comentario

  1. La nota habla de: ” La ruta de un rumbo hacia un “diario satélite” ” ¡¡¡ Pero si YA ES un diario sateelite del pultismo y de una facción del kirchnerismo.

Deja un comentario