Política

Macri: “Echar al narcotráfico significa Vidal gobernadora y no Aníbal Fernández”

0013570257De los cuatro presidenciables que disertaron en el 51 Coloquio de IDEA, Mauricio Macri fue el que menos habló. No consumió los treinta minutos pautados por la organización para su disertación: le sobraron seis. Pero fue, según el veredicto del aplausómetro, el más aplaudido.

“Los necesito a ustedes y los convoco al 10 de diciembre”, instó el candidato de Cambiemos a los cientos de empresarios, dirigentes de empresas, dirigentes y consultores que se apiñaron en el salón Vélez Sársfield para escucharlo. Fue el cierre de un discurso en el que el jefe de Gobierno volvió a hacer hincapié en sus tres pilares de campaña: pobreza cero, lucha contra el narcotráfico y unión de los argentinos.

“La tarea de nuestro gobierno va a ser reedificar la confianza. Me comprometo a decir la verdad desde el primer día. No voy a mentir con el Indec, con la inflación, con nada. Ustedes van a estar a la altura del desafío. Estoy acá para invitarlos a ser parte de una gesta que empieza el próximo 10 de diciembre. En otras épocas estarían muchos jugando al golf enfrente, pero es importante que estemos acá, escuchando atentamente”, aseguró Macri, muy aclamado por un auditorio copado por dirigentes del PRO.

Desde la mesa principal, delante del escenario, lo vivaron Horacio Rodríguez Larreta, Gabriela Michetti, Fulvio Pompeo, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó, Marcos Peña, Juliana Awada –Macri fue el único postulante que llegó acompañado por su mujer-, Paula Bertol, Federico Pinedo y Patricia Bullrich. En otras mesas se dispersaron Gerónimo “Momo” Venegas, Federico Suárez, Laura Alonso, Pablo Tonelli, Juan Curuchet y Martín Ocampo, entre otros.

Macri llegó al hotel Sheraton de Mar del Plata con un discurso similar a sus últimas promesas de campaña, y apeló a un tono épico, atado a su principal slogan electoral: el del cambio. “Hay que dejar atrás 25 años de promesas incumplidas, de frustraciones. Lo que va a pasar el 25 nos va a llevar a que el 10 de diciembre tengamos la responsabilidad de tener respuesta a estos desafíos”, aseveró el jefe de Gobierno, que volvió a machacar con la eliminación de las retenciones, con la necesidad de priorizar las políticas educativas -mencionó la gestión porteña de Esteban Bullrich, su futuro ministro nacional en caso de ser elegido presidente-, la generación de “2 millones” de puestos de trabajo, la puesta en marcha del plan de infraestructura “más importante de la historia” y la independencia de la Justicia. Se refirió a Ernesto Sanz como su futuro ministro de Justicia.

“El año que viene el que organice va a ser un privilegiado porque acá va a estar todo mi gabinete discutiendo con ustedes”, se ufanó Macri ante un auditorio que estalló en aplausos. Lo hizo al hablar de las diferencias entre el Gobierno y la oposición. “No estoy acá por ser anti kirchnerista ni anti nada. Los enemigos no están adentro de la Argentina, sino en las realidades que tenemos que enfrentar“, dijo.

El líder del PRO aprovechó sus 24 minutos de discurso para arremeter contra el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, candidato a gobernador bonaerense del Frente Para la Victoria: “hay que echar al narcotráfico de la Argentina, que en la provincia de Buenos Aires significa Vidal gobernadora y no Aníbal Fernández”.

Durante todo el día, los dirigentes del PRO coparon el lobby del Sheraton. De hecho, fueron los únicos que presentes en el almuerzo que unos 80 banqueros nucleados en ABA realizaron en el piso 12 del hotel. Federico Sturzenegger y Hernán Lacunza, integrantes del equipo económico de Macri, debatieron con ellos entre camarones y lomo. Al mediodía, Rodríguez Larreta y Frigerio trasladaron la discusión electoral al restaurante “Viento en Popa”, frente al puerto marplatense.

El jefe de Gobierno clausuró un coloquio que este año estuvo atravesado durante los tres días de exposiciones por las elecciones del domingo 25. La expectativa de los empresarios fue similar a la de los dirigentes que llegaron al coqueto hotel: si la contienda electoral se resuelve el domingo 25 o hay que esperar al 22 de noviembre.

Fue el eje de discusión central entre los hombres de negocios y los dirigentes, en su mayoría del PRO: fue el espacio más numeroso e insistente en los tres días de evento. El Frente Renovador solo llegó a la ciudad balnearia ayer para el discurso de Sergio Massa. El sciolismo hizo lo propio el miércoles, en una visita relámpago. Ballottage sí o no fue la cuestión.

Los principales dirigentes del PRO que esta tarde llegaron a Mar del Plata –lo hicieron desde Mendoza en un vuelo privado, que los llevó de vuelta a Buenos Aires apenas el candidato presidencial terminó su discurso- se mostraron confiados en forzar a Daniel Scioli a dirimir la sucesión presidencial en una segunda vuelta el cuarto domingo de noviembre. Esperan ansiosos el número de los sondeos que mañana publicarían los dos principales diarios de tirada nacional.

Por lo pronto apuestan a que en caso de entrar a un eventual ballotage podrían contar con el apoyo de otros artistas y famosos que declaren públicamente su inclinación por Macri, como lo hicieron en los últimos días el cineasta Juan José Campanella y la diva Susana Giménez.

El candidato de Cambiemos ya tiene definida además la agenda para la última semana de campaña. Mañana estará en la localidad bonaerense de San Martín, el lunes tiene previstos dos actos en la ciudad de Buenos Aires y otro el martes en Rosario, Santa Fe. El miércoles cerrará la campaña bonaerense en Lanús, uno de los distritos en los que el PRO apuesta a dar el batacazo y ganarle a La Cámpora –se enfrentan el ministro Néstor Grindetti con el secretario de Justicia nacional, Julián Álvarez-. El evento final será el jueves, en Córdoba, en el estadio Orfeo Superdomo, antes de la veda. Tres días después terminará la incertidumbre de la dirigencia política y de los cientos de empresarios que durante tres días gastaron el piso del lobby del Sheraton marplatense.

Un comentario

  1. Yo le daré m voto a María Eugenia Vidal ! A la morsa de Anbal Fernández lo quiero ver preso

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