Los concejales que eligieron ser los socios del silencio

“Primero vinieron a buscar a  los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos pero yo no dije nada porque no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas pero yo no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos, pero yo no dije nada porque era protestante. Luego vinieron por mí pero ya era tarde porque para entonces ya no quedaba nadie”, atribuida a Bertolt Brecht, la frase le pertenece pero no forma parte de sus obras.

En la sesión de ayer, sólo un representante del pueblo en forma pública se solidarizó con el periodista Roberto Latino Rodríguez, por la amenaza recibida en el acceso al Palacio Municipal, proferida por la legisladora de Agrupación Atlántica, arquitecta Patricia Leniz. Si bien es cierto que algunos de sus pares y funcionarios, en privado, expresaron su respaldo hacia el trabajador de prensa deplorando la actitud de la funcionaria pública.

Ya existía un antecedente, durante el gobierno de Gustavo Pulti, que protagonizó el ex concejal Fernando Maraude, por una amenaza dirigida a este diario digital, por el entonces edil del Frente para la Victoria. Se evitó que tomara estado público, ya que en ese momento contó con la insólita protección del radical Nicolás Maiorano, (en ese entonces presidente del Concejo Deliberante) debido a la amistad existente entre ellos.

Balut trajo a colación el intento de amedrentamiento por parte de Leniz, que derivó en la presentación de una denuncia penal ante la Fiscalía General. Lo hizo en el marco de una cuestión previa en la cual Acción Marplatense planteó el pedido de interpelación y conformación de una comisión investigadora para evaluar el procedimiento utilizado por el intendente Carlos Arroyo en la `inspección´ realizada en la escuela secundaria 205.

Concejal de Cambiemos amenazó a periodista

Sin nombrar a la edil de Cambiemos, quien es señalada por el propio jefe comunal como su mano derecha, el concejal Tarifa Arenas leyó en tono crítico la expresión: “Si seguís levantando mentiras vas a tener problemas”.

Asimismo, consideró que la actitud intimidatoria fue impropia de la investidura institucional que ostenta un concejal, indicando que en todo caso, hubiese correspondido que solicitara el derecho a réplica y presentase los elementos probatorios sobre las supuestas “mentiras” que atribuyó al cronista acreditado en el Concejo Deliberante.