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“Las empresas eléctricas nunca invirtieron en Argentina”

8617Lo declaró el  secretario General de Luz y Fuerza Mar del Plata y Secretario Adjunto de la CTA Autónoma, José Rigane, sobre los últimos anuncios del Gobierno nacional con respecto a las negociaciones paritarias y la declaración de la emergencia eléctrica.

¿Qué significa para los trabajadores discutir los salarios “por productividad” como lo propone la nueva gestión de Macri en el Gobierno Nacional?

Discutir salarios por productividad sería volver a la década del 90, volver a la época de la convertibilidad porque esa era la política de Cavallo, que nunca dio resultados y por eso mantuvieron los salarios congelados durante 11 años. Plantear esto es desconocer que hay un proceso inflacionario, que hay una devaluación y es poner el centro en un mecanismo en el que o se incorpora tecnología o se explota más a los trabajadores. La vía de la discusión por productividad no es aceptable por parte del movimiento obrero independientemente de cómo se posicione políticamente.

Y en este contexto, ¿cuál cree que debe ser el rol de las Centrales de Trabajadores y los Sindicatos?

El rol de las Centrales y de los sindicatos es lograr mantener inalterable la discusión de aumentos salariales en paritarias libres, obviamente no renunciar a ningún derecho y garantizar el derecho de huelga. Porque todo esto nos lleva a pensar que se pueda cuestionar el derecho de huelga como fue planteado en la última conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por parte del sector empresarial de varios países.

Nadie quiere retroceder y lo cierto y lo concreto es que más allá de correcciones, hay que sostener y profundizar, en función de garantizar el derecho de los trabajadores para tener una mejor vida. Y este objetivo no se logrará con políticas de ajuste o achicando derechos y reivindicaciones de los trabajadores. Ese camino ya lo conocemos y le hace pagar los costos a quienes precisamente no los provocan. En ese sentido hoy es fundamental el papel de las Centrales y las organizaciones sindicales en cuanto a mantener un lineamiento político y gremial que tenga como eje fundamental llevar adelante las reivindicaciones de los trabajadores, sobre todo en las calles.

¿Qué opinión le merece el “Pacto Social” del que hablan los nuevos funcionarios nacionales?

El “Pacto social” para Argentina es regresivo, siempre ha sido negativo para los trabajadores y más cuando lo único que se quiere discutir es salario y precio. Este tipo de “Pacto” es solamente para seguir garantizándole a las empresas y a la patronal mayores ganancias y que la crisis la sigan pagando los trabajadores. Acá no se puede hablar de Acuerdo o Pacto Social si no se cumplen algunos parámetros que tienen que ver desde dónde partimos. Porque si vamos a empezar con un proceso de devaluación como el que vivimos hoy, con un proceso inflacionario como el que vivimos hoy en donde todo se acomoda menos los salarios, es una carrera donde la patronal y el gobierno van en un Fórmula 1 y los trabajadores vamos en bicicleta.

¿Qué significa la declaración de la emergencia eléctrica? ¿Las empresas deberán invertir?

Las empresas en realidad nunca pusieron nada, porque cuando se privatizó se les entregó patrimonio de altísimo valor, con cuantiosas reservas y las empresas nunca invirtieron. Cuando estaban en mejores condiciones de las que supuestamente denuncian hoy donde dicen que no es rentable, tampoco invirtieron, pero a pesar de esa falta de rentabilidad que argumentan, ninguna empresa se fue. Pero ¿qué hicieron con la plata de los subsidios? ¿A dónde se la llevaron? Porque acá en el país no se invirtió.

Ahora se declara la emergencia eléctrica, y pareciera que todo lo tiene que poner el pueblo. ¿Qué van a poner las empresas? ¿Por qué el Ministro Aranguren no toma la decisión de que las empresas hagan las inversiones que corresponden rápidamente y que apuesten al desarrollo de este país en serio? Y no que tenga que ser el pueblo el que tenga que soportar la devaluación, el proceso inflacionario y ahora un aumento de tarifas que no sabemos qué dimensión va a tener.

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