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Las casas del poder, de remate: en Cariló hay más de 500 propiedades en venta

Dicen que los herederos de quienes las hicieron ya nos las quieren mantener. Y que muchos dueños se van de vacaciones al exterior.

03-01 Pinamar. Casas en venta en Carilo. Inmobiliaria del bosque y casas el Avurada y Lambertiana. Foto: Andres D’Elia

No hay un solo cartel que diga “se vende”, no se ven los nombres de las inmobiliarias. Dicen que esas chapas de colores estridentes arruinan el paisaje. Una cosa es durante el año, cuando pasa muy poca gente, pero en el verano no queda para nada bien.

Lo concreto es que Cariló tiene 500 casas a la venta y afirman que es un pico histórico, que nunca hubo tantas. Son caserones en muchos casos ostentosos. Algunos pertenecen a famosos, otros a empresarios o a personas con alto poder adquisitivo, que perdieron el estado de romance con esta localidad incorporada a Pinamar en 1970 y que explotó poblacionalmente a fines de los ’90 y principios de los 2000.

Muchos ya no quieren volver: se van de vacaciones al exterior o prefieren algo más pequeño porque los chicos crecieron y la familia se dispersó, o el dinero, directamente, ya no alcanza para mantener edificaciones tan costosas.

Escondidas entre los bosques, las dunas y el mar, las casas de Cariló y el propio balneario parecen haber salido de una novela de ricos. Pero algo está cambiando: muchos de los vecinos que tienen propiedades allí, desean otro aire. Y quieren vender sus casas. De las 3500 propiedades que hay, 500 están a la venta. Algo así como el 15% del total. Un número que es récord, pero que aclaran se debe a la cantidad de casas que se construyeron en los últimos años.

Martín Yeza, intendente de Pinamar, dice que hay un cambio generacional. “Los hijos de las personas que construyeron esas casas no quieren algo tan grande ni desmedido. Incluso quieren venderlas para comprar los nuevos loteos, más chicos y en zonas de alumbrado”, apunta el funcionario. “Las nuevas generaciones quieren otra cosa”, cierra.

“Los motivos por los cuales eligen vender son varios, pero en los que se repiten en general es porque ya no usan las casas, les quedaron muy grandes ya que antes venían con sus hijos y ahora ya ellos vacacionan con sus amigos a destinos como Punta del Este, por ejemplo”, explica Silvia, de Inmobiliaria del Bosque.

Con su bosque frondoso, sus calles de arena y playas inmensas, esel balneario más exclusivo de la costa. Hay sólo tres paradores: Cozumel, Divisadero y Hemingway. Por allí se ven famosos como Mario Pergolini o Luis Majul o el ex secretario de medios durante el kirchnerismo Enrique Albistur. Pero también muchísimos empresarios poderosos, aunque no famosos; políticos, sindicalistas, profesionales prósperos.

Aun así, a pesar de no tener apremios económicos, para los dueños mantener esas casas es costoso. “Hay que pagar alarmas, jardineros, ABL y todos los servicios básicos. Como la gente no las usa tanto, al final se achican o se van”, explica Virginia, que trabaja hace 30 años en Cariló y es la encargada del Bar Green, punto de encuentro de esos propietarios.

Dar una vuelta por el lugar para ver las propiedades es casi un paseo turístico en sí mismo. Quienes pasan por allí sacan fotos y “juegan” a elegir en cuál vivirían. Es que en realidad el entretenimiento tiene mucho de realidad porque de verdad tienen varias opciones para elegir. Las hay inmensas sobre dunas de dos pisos, otras de madera más pequeñas tipo cabaña, de piedra más antigua, en fin decenas de modelos y construcciones en las que los arquitectos pueden hacerse un verdadero festín.

El nombre del balneario data de 1945, cuando sus fundadores le ganaron la batalla a las dunas. Y le pusieron así porque en lengua mapuche significa “médano verde”. Y si hay algo que distingue a Cariló son sus paseos de compras, con una arquitectura como salida de un cuento. Allí hay confiterías, restoranes, casas de ropa. Y cada año hay más locales.

“Dentro de lo que es la Costa Atlántica, Cariló tiene un mercado inmobiliario movido. Es un destino que tiene actividad todo el año y siempre hay opciones nuevas. Por eso las casas no duran mucho tiempo a la venta”, dice Jorge Santamarina, que atiende la inmobiliaria que lleva el mismo nombre. Las casas tienen una base que parte de los USD 150.000 y llegan a los USD 800.000.

“Desde que comenzó el blanqueo de capitales se generó un aumento en las casas que se pusieron a la venta. No es algo que nos haya sorprendido demasiado porque en general siempre hay un importante porcentaje de propiedades a la venta”, agrega Jorge y completa: “Sí nos llamó la atención que en los últimos cuatro meses se vendieron bastantes propiedades. Muchas más que antes”.

Clarín

3 Comentarios

  1. Santi Bruzzone

  2. Elias Gonzalez

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