La vidalita no se canta sola, es para todos, todas y todes

Ya en el 2015, mdphoy anticipó que CAMBIEMOS en Mar del Plata era el tren fantasma o una familia ensamblada en segundo o tercer grado. Todavía no sabíamos del papelón político que eran capaces de protagonizar la gobernadora bonaerense y el intendente marplatense, que ya da un poco de vergüencita a todas luces.

Maria Eugenia Vidal fue siempre muy bien recibida en la ciudad,  excepción hecha por supuesto, de los vándalos kirchneristas, que se articulan y operan desde el multimedios La Capital, a través de la influencia de Daniel Scioli con Florencio Aldrey Iglesias, y sus vínculos con Néstor Otero y Patricio Gerbi.

Daniel Scioli y Aldrey Iglesias

Néstor Otero

La línea política que se ha bajado desde la Plata, es una clara intromisión en la interna local del oficialismo gubernamental. No son lo mismo el macrismo, el PRO y CAMBIEMOS. El intento de injertar a Guillermo Montenegro, operado por Lucas Fiorini, en el electorado marplatense es complicado y ya huele a calas. Es tóxico para CAMBIEMOS, no hay lugar para los aventureros que entran por la ventana de la mano de un ministro que no eligió nadie.

La intervención de María Eugenia, no deja fluir naturalmente cómo se dirimen candidaturas 2019 para la intendencia. Ya activó su digitación en las legislativas de 2017. Lejos de tomar distancia, la agita en una clara demostración que la desgasta, para qué consumir energía, prestigio, envidiable imagen positiva en relación al resto de la clase política en todos los órdenes.

Arroyo fue el candidato que el PRO aupó en 2015, como el Pepe Mujica marplatense. El presidente del partido político presidencial era Jorge Macri y la asociación con Agrupación Atlántica fue llave en mano, se hicieron cargo de todo. La ausencia del PRO en Mar del Plata era notoria (como en casi todo el país), de allí que se decidieron experiencias como las de Baldassi, Mac Allister, Valenzuela etc. En el mismo tren, fue elegido Arroyo encuestas en mano de Mariel Fornoni.

 Para Vidal, asesorada por su entorno, fue prioridad su relación con el multimedios, a tal punto, que parece no darse por enterada de la conexión indubitable, que lo vinculan con los casos que conmueven por estas horas la actualidad nacional y que están combatiendo con la ley en la mano el fiscal Stornelli y el juez Bonadío. Habrá un antes y un después de los cuadernos que el periodista Diego Cabot publicó en La Nación.

A qué se debe esa actitud impertérrita, sólo resultaría posible explicar a través de una caprichosa modalidad de alinear su tropa propia y ampliar la territorialidad amarilla. No sería recomendable olvidar que el doctor Carlos Arroyo recibió el voto de los marplatenses aún a expensas de la radical, y ganadora en 2013, Vilma Baragiola.

Vidal en ese contexto, fue evaluando la situación, el día a día después del 10 de diciembre de 2015. Ya antes, todos querían sacar al intendente elegido por la ciudadanía, que ha venido sufriendo operaciones de desestabilización operada desde el sigilo por un ministro provincial que fue K y luego Massista, pero no debería extrañar, ya que también en la primera línea del entorno de Vidal, figura Fabián Perechodnik un ladero de Daniel Scioli, bajo cuya gestión sostuvo con recursos públicos todo el espurio manejo con el monopolio del diario La Capital y sus satélites.

Está absolutamente claro, que Vidal eligió formar parte de quienes han tomado distancia de Arroyo, y acompañar en cambio las operaciones que tienden a debilitar al gobierno municipal. Mar del Plata tiene un valor excepcional para CAMBIEMOS en el interior de la Provincia de Buenos Aires. CAMBIEMOS excede a Vidal, es una coalición que los argentinos eligieron para desterrar la corrupción, la falta de República, de ética política y recuperación de las instituciones.

“La Provincia que duele”, “Todos los días me rompo el que te jedi”, “Voy a cuidar hasta el último mango de los bonaerenses”, “Este es el país del gol con la mano”, son algunos de los títulos que ha dejado. Cuál es la razón de esa rutina, sólo tomar contacto con todo aquello que la población está aborreciendo. En este último mes van de la mano las caídas de  Daniel Scioli, Néstor Otero y Patricio Gerbi,  que han dejado a Florencio Aldrey Iglesias seriamente involucrado en los procesos judiciales.

El grupo Aldrey como se lo denomina es un depredador del Estado, es parte de la Provincia que nos duele, que nos obliga a rompernos “el que te jedi” a todos los bonaerenses y por lo cual estamos obligados a cuidar hasta el último mango, sino queremos seguir en el país del gol con la mano.

Son evidencias e indicios que deberían llamar a la reflexión al equipo de gobierno de la gobernadora.

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com