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La UCIP festejó en el Hermitage: comida con gusto a poco y gente sedienta

El 70 aniversario de la institución no pasará a la historia por la calidad del ágape para aproximadamente 500 invitados que debieron pagar $350 por cabeza y sufrir algunas incomodidades impropias de ese precio por cubierto, que fue menú único, muy caro teniendo en cuenta que es un precio que habitualmente se paga a la carta en restaurantes de primera línea.

La cita era a las 21, pero la copa de espera apareció a las 22.30, consistente en gaseosas y vinos blanco y tinto ni jerez siquiera, acompañada sólo por minúsculos brochette. Pero las sorpresas de la velada, todas desagradables por cierto, no terminaron ahí. El plato de entrada fue servido a las 23.30 y consistió en una papa “al rescoldo” con un toque de relleno de espinaca, más un colchón verde de rúcula. El plato central fue una especie de roast-beef con salsa cuyo gusto costaba paladear, todo acompañado por una guarnición de puré duquesa. Los que esperaban el postre para salvarse, tampoco tuvieron suerte, estaba entre un budín de pan o un flan con crema, hubo quienes jugaron apuestas, para terminar sabiendo lo que estaban comiendo.

No hubo torta de aniversario, como tampoco los clásicos sorteos que generalmente son donados por los propios componentes de las cámaras comerciales, lo cual fue una decepción más. Incluso hubo un comerciante que donó el cotillón para la fiesta, pero el mismo no fue utilizado, ya que no estaba previsto personal para su distribución. El hielo estaba servido en platos de té.

blankLos invitados esperando la comida, la cual se sirvió muy tarde.  

En el aspecto bebidas, lo más destacable es que el vino blanco fue insuficiente, lo cual fue tomado como una desconsideración, teniendo en cuenta que los asistentes a la celebración son de hábitos gastronómicos de muy buen nivel, teniendo en cuenta que la mayoría son empresarios e integrantes de cámaras comerciales, acostumbrados a la buena mesa. No hubo canilla libre y el personal gastronómico de atención, no tenía relación con la cantidad de invitados, lo cual produjo algunos gestos de disgusto. El colmo fue observar como personal de limpieza con baldes y cepillos se desplazaba entre las mesas donde era servida la cena.

Es de destacar que gran parte de los directivos de la UCIP, estuvieron en desacuerdo con la organización y el lugar elegido, que corrió por cuenta de Raúl Lamacchia, el presidente de la UCIP de estrecha relación con Florencio Aldrey Iglesias. Incluso el “Rulo” fue advertido por un empleado jerárquico, pero no entró en la consideración y prevaleció el compromiso. Llamó la atención la ausencia de figuras de la industria y el comercio que en esta oportunidad le dijeron no al festejo del 70 ° aniversario de la UCIP.

blankEl edil Lucas Fiorini (todavía en el Frente Renovador) otro de los invitados a la celebración.  

Otra duda surgió en relación al número artístico, que interpretó canciones con una letra aplicada a platos de cocina que se presume iban a formar parte del menú, pero nada de eso ocurrió, lo que agregó más desorientación ya que nadie supo cuál era la verdadera intención de semejante repertorio ante platos y bebidas escasas. El personal del servicio de mesa no parecía provenir de la escuela de gastronomía y se escuchó que el mismo en algunos casos debió gastar más en el transporte que la remuneración recibida por más de seis horas de trabajo.

Otro capítulo aparte fue el uso del aire acondicionado, ya que si bien en el ingreso estaba funcionando, no ocurrió lo mismo cuando los comensales ocuparon sus lugares y debieron esperar entre plato y plato, además de soportar discursos largos, personalizados y auto referenciales, lo cual alargó una velada que regalada hubiera resultado cara, pero esta fue a cambio de $ 350.

Justamente en la edición de hoy se promocionan en el diario La Capital las cenas de Nochebuena y Año Nuevo, pero muy difícilmente el servicio que contrató la UCIP sea elegido por alguno de los asistentes a este festejo de la histórica institución marplatense.

 

Un comentario

  1. como siempre, tus escrituras denotan falta de cache no abonado por el sr lamacchia, cual mujer cuarentona con recelos.

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