El desastre que provocó en Santa y Fe y Brown, un colectivo afectado al transporte de los participantes de los Juegos Evita, que arrastró un cable troncal de fibra óptica y dejó a millares de usuarios sin servicio de internet y televisión sin cable, es una larga historia que no está exenta de otros episodios de la influencia del multimedios La Capital sobre la política, a través de una de sus divisiones como operador en conjunto con la ex Multicanal, ahora Cablevisión.
La excepción en el Concejo Deliberante para liberar a la prestadora de una inversión millonaria, tuvo varios salvoconductos, sospechosas contraprestaciones, además de imposible verificación, que fue extendiendo con prórrogas una desnaturalización de las ordenanzas en perjuicio de los contribuyentes, que llega a uno de sus picos, cuando un siniestro de menguada envergadura (como el del último fin de semana), deja al descubierto cómo se negocia la protección política con un salvataje mediático.
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En 2004, se prorrogó por primera vez hasta el 31 de marzo de 2007 el plazo para que la prestadora del servicio de televisión por cable Multicanal pase su tendido aéreo a subterráneo, adecuándose al reglamento general para el uso del espacio aéreo y subterráneo del Partido de General Pueyrredón.
Fue el punto de partida para que el enterramiento del cable, fuese sorteado en innumerables oportunidades, a cambio de una serie de contraprestaciones como la provisión de servicio de internet y cable para distintos inmuebles municipales, interconexión de algunos cruces del sistema interconectado de semáforos, mantenimiento de algunas plazas, entre otros.
La primer prórroga fue impulsada en enero de 2004 por el ex intendente radical Daniel Katz, quien la justificó arguyendo que en función de “los profundos cambios producidos en la economía nacional a partir de la finalización de la paridad cambiaria en el año 2002” dicha ordenanza resultaba “de imposible cumplimiento acorde los costos que significaría la realización del cableado subterráneo en todo el ámbito de nuestro partido”.
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Asimismo, sostuvo que “la realidad indica que la continuidad de esta norma tal cual su redacción presente, genera desigualdades y desalienta aquellas inversiones alternativas -y seguramente de menor escala- al cableado subterráneo”.
En la sesión extraordinaria del 26 de febrero, la modificatoria introducida por ordenanza 15981 que estipuló la prórroga de la normativa hasta fines de 2007 como había sido aprobada en la comisión de Obras pero faltaba el dictamen de Legislación, fue sancionada sobre tablas con la abstención de los ediles justicialistas Worschitz, Boza, Azcurra y Salas.
El ingeniero Eduardo Salas había pedido la vuelta a la comisión de Legislación para que se expidiese y si bien había expresado su predisposición a acompañar el expediente con despacho de comisión, deslizó que “se está queriendo vender a la opinión pública que hay una desregulación…se está queriendo vender la expectativa de que cualquiera puede venir a la ciudad de Mar del Plata. En un sentido esto es cierto, pero en otro sentido también estamos desligando a las empresas que hoy están en falta con el municipio, porque deberán tener enterrada la totalidad de los cables en el ejido urbano, las estamos desligando de esa responsabilidad hasta el 31 de diciembre de 2007”.
Exigen que se intime a Multicanal a enterrar su cableado aéreo
En la reunión plenaria del 22 de octubre del año 2009, el edil de la Coalición Cívica – GEN Guillermo Schütrumpf, el cual había denunciado en febrero del mismo año que Multicanal “no solo incumplía con la ordenanza de soterramiento hacía un año y un mes sino que además instalaba columnas en forma irregular” además volvió a cuestionar que “Multicanal sigue incumpliendo las ordenanzas pertinentes”.
“A cambio de continuar con el incumplimiento de las Ordenanzas que ya lleva 15 años, nos ofrecen una compensación que otorga beneficios para el municipio y la comunidad marplatense absolutamente innecesarios y que no resultan útiles a nuestra comunidad en ningún sentido”, sentenció Schütrumpf.
Por su parte, Fernando Rizzi por entonces concejal del radicalismo, también hizo oír su voz para que el ex intendente Gustavo Pulti “intime” a la empresa de televisión por cable Multicanal a que entierre su cableado aéreo, advirtiéndole que de lo contrario se iniciaría una acción contra el ex jefe comunal por “incumplimiento de deberes de funcionario público”.
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Pero más allá de las denuncias y los cuestionamientos en solitario, los intereses empresariales continúan atravesando y este caso en particular y en líneas generales, incólumes las administraciones municipales de distinto pelaje político, blindadas por la condescendencia del Ejecutivo de turno como si todos fuéramos iguales, pero algunos son más iguales que otros.
Roberto Latino Rodríguez