Los estudios del D.E. arrojaron un reajuste del 11, 9 %. La política de transporte público de pasajeros del intendente Gustavo Pulti, consistió en hacer pintar los colectivos, pisar la tarifa y obtener mayor gratuidad a costa de los que pagan el boleto plano, un héroe con el dinero ajeno, que desgraciadamente incluye a los contribuyentes por la baja calidad de servicios a cargo de la Municipalidad. Al componente de la elevación de los costos, debe agregarse un dato no menor, como es la fuerte caída en la cantidad de pasajeros transportados en los últimos meses, cuya tendencia hacia la baja es sostenida, debido a la evidente merma de la actividad comercial.
Ya en enero de 2014, el valor ascendía según igual metodología a $ 4,74, valores que acompañaron con su decisión tanto el gobierno provincial, nacional y municipios de todo el país, no así General Pueyrredon.
Pulti quedó prisionero de su afirmación de aumentar el boleto sólo una vez al año, para reducir la tensión que significa aprobar aumentos, en un tema tan sensible para los usuarios. La inflación y el reconocimiento de la misma, lo hizo volver sobre sus pasos y posiblemente mañana en reunión ampliada de Legislación y Transporte, quede en condiciones de ser aprobado en la sesión ordinaria del próximo jueves.
El trámite sumarísimo, tiene que ver con evitar algún tipo de conflicto y superar la inmediatez de la capacidad de reacción de los sectores más combativos, que utilizan el tema para posicionarse políticamente.
En este caso no se trata de un aumento, sino de un reajuste, que llevará la tarifa a los valores que debieron regir desde enero de este año. El valor de los neumáticos y lubricantes está variando al ritmo del 5 % mensual y la UTA logró cerrar el acuerdo paritario, que ya está cobrando sus afiliados.
Cómo se recordará el director del área de Transporte, Guillermo Iglesias, respondía negativamente a las solicitudes de reconocimiento, con el argumento de que en este país no había inflación, pero la realidad una vez más superó el relato político.
