Básquet, Deportes

La casa está en orden: Peñarol 88 – Quilmes 68

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Se tomó revancha y puso las cosas en su lugar, con una serie igualada que tendrá el próximo martes un nuevo Superclásico marplatense en lo que a básquetbol se refiere. Fue 88 a 68, con autoridad de principio a fin, con fiereza, y sobre todo con juego colectivo. Peñarol volvió a ser el protagonista y ahora el dramatismo se apoderó de un playoff  que será recordado por la entrega y sobre todo por el color de los fanáticos de ambas parcialidades, que volvieron a colmar el Polideportivo como hace 48 horas.

El primer segmento fue electrizante. Peñarol corrió de contraataque y demostró variantes en ofensiva recordando bueno pasajes de la temporada. Las bombas del “Boricua” Sosa, tres triples consecutivos, levantaron a la multitud “Milrayita”, y rompieron la defensa “Tricolor”. “La Peña” se llevó esa fracción del juego por (27-14) y demostró otra fiereza en el juego pero sobre todo jugó en equipo.

En los segundos 10 minutos el base de la Selección Argentina, Facundo Campazzo, comandó los ataques del “Milraya” taladrando el cerco defensivo del “Cervecero”. El orientador de Peñarol “Tulo” Rivero comenzó a mover el banco dejando en el rectángulo a los relevos que supieron mantener la diferencia conseguida.

El extranjero goleador de Quilmes Walter Baxley, después de un magro inicio, se metió de lleno en el partido y como a lo largo de la temporada lideró el puntaje de su equipo. No solo castigó desde la línea de sentencia sino que aprovechó el perímetro para acercar al quilmeño.

Rivero volvió a dejar en cancha al quinteto titular y estos le respondieron con creces, cerrando el cuarto con la máxima hasta ese entonces (48-30).

Al regreso de los vestuarios el encuentro continuó parejo en el trámite pero con Peñarol manejando el tanteador. No fue el mejor momento de “La Peña” en ofensiva, eso fue aprovechado por la acumulación de faltas del “Milrayitas” y de esa manera el “Cervecero” sumó por la vía del libre hasta limar la ventaja a solo14.

Rivero paró el juego con un minuto. Un par de gritos hicieron mella en el orgullo del “Tricampeón”, que con un parcial de (7-0), volvió a estirar la ventaja dejando las cosas como al comienzo (66-47) y con solo 10 minutos por delante.

El último cuarto tuvo un comienzo tremendo del “Tricolor”. Un (7-0) en menos de un minuto y medio que puso rápidamente a los visitantes en partido. Un desconcierto importante de los conducidos por Rivero que le otorgó un toque de dramatismo al cotejo.

Los consagrados de Peñarol se pusieron el equipo al hombro para frenar la remontada quilmeña y lo lograron, volviendo a la fuente. En cada ataque estacionado impuso la potencia de Leiva en el poste bajo, dañando la defensa del “Tricolor” para una vez más estirar la ventaja en el marcador y sentirse ganador a casi dos minutos del final.

Fue 88-68, mostrando otra cara, señalando porque sigue siendo candidato y sobre todo igualando una serie que hasta el momento goza de varios matices, lo que la hace atractiva y apasionante.

El martes continuará la serie con el tercer cotejo entre ambos al mejor de cinco, y con otra batalla para saber quién quedará más cerca de las semifinales de la liga.

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