Mientras trasciende que desde el máximo poder político de la Nación, se somete a un operativo de pinzas a Daniel Scioli, para minar su candidatura, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires ofrece un vale a cuenta del arreglo en paritarias 2015.
Lo que está haciendo Scioli es comprar tiempo, porque el bono tiene el objetivo de compensar la pérdida del poder adquisitivo frente a la escalada inflacionaria. El bono a pagar durante 2014, no es para aplicar sobre reajuste salarial para 2015, que no contempla el retroceso de los ingresos de bolsillo que han perdido los trabajadores durante este año. Además si los sindicatos acceden a esa pretensión de la gobernación, nuevamente serían perjudicados los jubilados del IPS (Instituto de Previsión Social).
Haciendo una lectura lineal del tema, Scioli hace un profundo ajuste salarial en la Provincia, mientras hace una campaña presidencial y se arrodilla frente al poder central, que no repara en esmerilarlo todos los santos días. A tal grado llega su sometimiento, que se alinea con la Casa Rosada en contra de los intereses de los trabajadores de su Provincia. Realmente es muy difícil de asimilar, y hoy ya las encuestas que se difunden lo ubican detrás de Macri y Massa, seguramente como resultados de estas decisiones.
