Política

Inseguridad, un problema de todos

revolver listo

Si tomamos en cuenta la cantidad de atracos que por día, se suscitan en nuestro medio, sin dudas llegaremos a la conclusión que la inseguridad definitivamente forma parte de la agenda de los funcionarios de turno pero de ninguna manera pudieron, ni siquiera combatir en parte, este flagelo que crece a pasos agigantados sin darnos respiro.

¿En que nos basamos para llevar a delante el siguiente planteo? Únicamente en la realidad. Continuamente se viven situaciones violentas en diferentes puntos de la ciudad. No importa la edad o el sexo, todos formamos parte de la misma problemática que se incorporó de alguna manera a nuestras vidas, es muy raro que a alguien de no le haya tocado vivir una situación violenta en la ciudad.

Desde una parada de micros hasta sentado y degustando una buena comida en un restaurante. Nadie esta exento. No podemos mirar para otro lugar. Nos sentimos observados, maniatados, desprovistos de seguridad por más que el gobernador Daniel Scioli utilice todo el tiempo frases necias para acaparar popularidad y de esa manera olvidarnos del tema de fondo. La inseguridad es más importante que un Museo, una pelea de box, la Copa Davis, o un juego de tejo.

Tomo como interesantes las palabras del Concejal Mario Rodríguez, Presidente de la Comisión de Deportes del HCD, que se ha hecho eco de las denuncias acerca de las situaciones de inseguridad que se viven en las inmediaciones de las Villas Deportivas de los clubes Peñarol, Argentinos del Sud, Atlético Gral. Urquiza, Talleres, Al Ver Veras, y los Campos Recreativos de entidades como el Centro Gallego y la Unione Regionale Marchigiana.

El edil radical destaca que existen reiterados reclamos y denuncias, efectuadas tanto al Municipio como a la Policía de esta ciudad, acerca de situaciones de inseguridad en la vía pública, que afectan directamente el desarrollo de las actividades deportivas y sociales de las instituciones.

Llegan hasta la zona distintas líneas de colectivos, sin que ingresen hasta el barrio propiamente dicho, obligando así a los concurrentes a recorrer varias cuadras a pie, lo que genera cotidianamente que sean víctimas de robos, vandalismo y distintos episodios de inseguridad.

Algunos de los clubes mencionados denuncian el accionar sistemático de vándalos que han destrozado (literalmente) los paredones o los alambrados perimetrales de sus predios, ocasionándoles un grave perjuicio económico.

Asimismo denuncian que la zona se encuentra totalmente desatendida en lo que respecta a seguridad, limpieza, iluminación, calificando a la misma como “Tierra de Nadie”.

Pero Mar del Plata no solo son las Villas de los clubes o Campos Recreativos. Ellos forman parte la inseguridad como la sufrimos todos. La ciudad alberga a 700 mil habitantes que no se concentran en la misma zona. De esta manera los efectivos tendrían que estar apostados en diferentes puntos de la ciudad para empezar por el principio.

Si tomamos como referencia el Operativo Sol, 10 mil efectivos policiales diseminados en zonas clave para el turismo, no fueron suficientes para contener a los delincuentes. Está claro que el personal de las fuerzas hace lo que puede cobrando migajas y ni siquiera recibió el aumento prometido hace meses.

Todo es una gran farsa. Pasó enero con más de seis muertes a registradas por hechos delictivos pero la ciudad sigue su curso.

A nuestra redacción llegan por día un promedio de entre seis y ocho noticias en partes policiales. Eso quiere decir que en un mes más de 200 ilegalidades se producen por jornada. Si a esto le sumamos robos y todo tipo de infracciones que se cometen y no son debidamente denunciados, el número comienza a ser escalofriante.

Choferes de micros, taxis, remises, titulares y empleados de comercios, transeúntes, alumnos, docentes, camioneros, empresarios, niños, todos, absolutamente todos, formamos parte de la locura denominada inseguridad.

Nadie se hace cargo. Toman por asalto los canales a través de la Cadena Nacional para exponer excusas y tomarnos por estúpidos en un país que se ahoga en su propia acefalía.

Por más que la mayoría de los medios ignore y especule a su vez con la causa, solamente algunos contamos la realidad. Esa que no se puede tapar con un dedo y que cada día que pasa miles de argentinos la sufrimos en carne propia.

       Gastón

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