Ante el aumento de la demanda propio de la época se reforzaron desde la Dirección de Actividades Pesqueras bonaerense las inspecciones para certificar condiciones de higiene de la materia prima, tanto en ruta como áreas urbanas. Se apunta a cuidar aspectos sanitarios y evitar la competencia desleal.
Personal de la Dirección de Actividades Pesqueras refuerza en estos días la presencia en rutas y plantas de procesamiento de pescado para controlar los cargamentos que se desplazan en volúmenes más importantes como consecuencia de la alta demanda que tienen estos productos en vísperas y durante Semana Santa.
Daniel Sosa, titular del área, destacó que se dispusieron puestos en las principales vías de acceso a la ciudad y se mantiene un recorrido constante por los distintos establecimientos que trabajan en el distrito tanto con mercadería fresca como congelada. “Son los mismos operativos que realizamos de manera constante pero que tienen un esfuerzo especial en estos días porque las cantidades de pescado que se mueven son mucho más importantes y con más destinos para los envíos”, explicó.
Para los camiones se dispone un relevamiento de documentación del vehículo, despacho de carga transportada y medición de las condiciones de frío, fundamental para garantizar la calidad y salubridad del producto en tránsito. Lo propio se cumple en establecimientos donde se procesa esta materia prima. Y en los casos en que existe alguna duda, se toman las correspondientes muestras para su evaluación por parte de profesionales y técnicos. “Hemos recibido pedidos puntuales tanto del ministro de Asuntos Agrarios, Alejandro Rodríguez, como del diputado provincial Rodolfo Manino Iriart para que los controles sean tan amplios como resulte necesario para garantizar la calidad de la mercadería que ingresa al circuito comercial”, destacó Sosa.
El funcionario planteó que estas inspecciones también contribuyen a cuidar y respaldar a aquellos empresarios y comerciantes que respetan las normas vigentes y se desempeñan en el marco de la ley. Dijo que con ello “se corta el circuito de aquellos que sin cumplir con los requisitos incurren en competencia desleal y ponen en riesgo a los consumidores”.
Mar del Plata es el foco central de este diagrama de controles, aunque la presencia de inspectores se extiende a rutas de la zona y otros puntos de la costa desde los que se desplazan cargas de pescado.