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Incertidumbre en el sur del país: regresan tres buques que participaban de la búsqueda del submarino ARA San Juan

Se trata del Atlantis, el Sophie Siem y el Didi-K. Expectativa por un nuevo parte de la Armada

Desde la semana pasada, todas las esperanzas en torno al hallazgo del ARA San Juanestaban puestas en el Sophie Siem, el buque de bandera noruega que tras ser modificado en tiempo récord, el domingo partió de Comodoro Rivadavia llevando a bordo el minisubmarino de la Armada de los Estados Unidos para ser usado en caso de un eventual rescate del ARA San Juan. Pero este jueves, la confirmación del regreso de la embarcación, junto a la uruguaya Didi-K y la estadounidense Atlantis al puerto de Comodoro Rivadavia, pareciera indicar un nuevo paso hacia atrás en la búsqueda del submarino.

El Sophie Siem partió llevándo con él lo que desde el Gobierno y la Armada insistieron en resaltar en las últimas semanas, era la gran carta a jugar en una búsqueda que, al momento de que el buque noruego zarpara, llevaba 11 días sin resultados. Infobae pudo confirmar, sin embargo, que la embarcación ya emprendió el regreso, con el minisubmarino norteamericano sin haber sido usado y sobre todo, sin novedades del ARA San Juan ni de sus 44 tripulantes.

Desde Casa de Gobierno le dijeron a Infobae que la vuelta se debió a un “problema de contaminación con agua de mar en el sistema de refrigeración de los motores”, aunque la explicación no es la única que por estas horas empieza a circular. Seguramente, las autoridades deberán ahora dar detalles sobre las características de un problema que requiera el regreso a puerto, que no pueda ser solucionado en alta mar o a través del envío de un equipo a la zona. “Eso es inaceptable porque si se contraminó el agua dulce con el agua salada eso se arregla a bordo y si se acabó el agua potable se pide un buque logístico, pero no se vuelve”, precisaron especialistas.

Una segunda hipótesis habla de que a pesar de todo lo que fue la semana previa a la partida del Sophie Siem, de la expectativa en torno a la puesta a punto de los equipos, de las explicaciones pormenorizadas de las cualidades del minisubmarino, son necesarios otra serie de dispositivos para completar la búsqueda. Esto está estrechamente ligado a que el dispositivo norteamercano -que no es de búsqueda sino de rescate- sólo puede descender hasta los 600 metros. De estar el Ara San Juan por debajo de ese límte, no tiene sentido continuar en el lugar. “Mantener el barco en ese lugar le cuesta a los Estados Unidos USD 100 mil por día”, graficaron marinos cercanos a los operativos.

Existe una tercera posibilidad, quizás la más esperanzadora, pero la que suena menos probable: que el buque haya logrado dar con un elemento en el fondo del mar y se esté regresando a Comodoro Rivadavia para someterlo a distintos análisis en tierra, indispensables para saber si se trata o no de algún resto del submarino argentino. Ante este panorama la respuesta de los entendidos es que de ocurrir algo así se enviaría lo hallado en alguno de los busques que tenían previsto emprender el regreso en estos días.

Por último, tras la noticia se suman también las miradas de los representantes de los gobiernos que están aportando dispositivos a la búsqueda y que se debaten principalmente entre dos posibilidades, ambas desalentadoras. La primera, que el ARA San Juan está a una profundidad tal que el minisubmarino de los Estados Unidos no es capaz de llegar y será necesario de otro equipo para alcanzarlo. La segunda, que el buque esté completamente inundado por dentro y no haya chances de recuperarlo, ya que en el intento inundaría al equipo de rescate. 

Infobae

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