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Horacio, el SAON, la misa y la procesión

Revista-Puerto-Horacio-el-SAON-la-misa-y-la-procesion-00El Sindicato de Obreros Navales orquestó ayer un paro y movilización para impulsar el proyecto de ley de Marina Mercante e Industria Naval, promovida por el subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Horacio Tettamanti. Pero en SPI, su astillero, la actividad fue normal.

El multifacético Horacio Tettamanti consumó ayer otra jornada hilarante que marca el grado de impunidad con que maneja lo público con lo privado, su rol de funcionario nacional con el de empresario naval, y la estrecha relación que mantiene con el SAON, el gremio de sus obreros navales en Astillero SPI.

En una cruzada que de épica no tuvo un ápice, el sindicato amigo de Tettamanti convocó para la jornada de ayer jueves a un “Paro y Movilización” de los obreros navales hasta el Congreso de la Nación para impulsar el proyecto de Ley de la Marina Mercante e Industria Naval del cual su patrón es autor intelectual y que el diputado Gastón Harispe ingresó a la cámara baja el año pasado.

El proyecto deja de lado la posibilidad de financiar la construcción de barcos pesqueros y eso abrió una brecha en la industria naval, especialmente en Mar del Plata, donde la mayoría de las prestaciones de servicios hacen foco en la flota pesquera. El proyecto tiene estado parlamentario y circula por distintas comisiones pero no ha logrado todavía ser tratado en el recinto.

El SAON ha tenido muchos motivos para realizar medidas de fuerza: sin ir más lejos, las cooperativas que Tettamanti mantuvo en SPI durante años, y otras que pululan en astilleros del litoral fluvial, y que ponen a los obreros en un estado de precarización, en tanto hacen millonarios a varios dirigentes, incluso cercanos a miembros de la Comisión Directiva nacional.

Pero no, el gremio presta su estructura y escaso poder de movilización para que Tettamanti organice un paro y así presionar al propio gobierno del que forma parte para que sancione una ley que ni siquiera su superior, el ministro Randazzo, fomenta ni apoya.

Horacio Tettamanti demostró, una vez más, que tiene poderes especiales como para poder estar en la misa y la procesión, de la mano de un SAON que ya no tiene más dignidad por regalar.

Pero el “paro y movilización” que anunció el sindicato con carteles en distintas paredes del barrio puerto, en realidad no fue tal. Ni siquiera en SPI se adhirieron completamente a la medida.

“Vinieron del gremio a presionar para que viajemos pero no fueron todos; no sé si llega al 35% más los delegados. El que no quiso ir hoy esta laburando”, contó un trabajador a REVISTA PUERTO. Los que viajaron movilizaron sabiendo que el paseo no ponía en riesgo el presentismo.

Y trabajo parece que hay en las instalaciones de SPI y sus diques flotantes. Esta a pleno la reparación del buque del INIDEP “Eduardo Holmberg”; también se necesitaron sumar horas en la puesta en valor de “El Marisco I” y no descuidaron la evolución del proceso de construcción del “Emma B”, en la zona del taller.

Desde SPI les dijeron a los tercerizados que no hagan caso al paro que ellos mismos impulsaban para reclamar por un proyecto de ley salido de la casa y así meter presión al gobierno del que el dueño forma parte. Y que acudieran a trabajar.

Parece salido de los laberintos de Kafka, pero fue muy real. Como la presencia de todos los contratados ayer en las gradas.

El SAON anunciaba en las vísperas que la medida de fuerza (?) se sentiría no solo en Mar del Plata sino en distintos puntos del país vinculados a la actividad naval. Sin embarco en otros astilleros de la ciudad la actividad fue absolutamente normal, demostrando que la iniciativa fue funcional a las necesidades de la patronal. Como casi siempre.

Roberto Garrone

Revista Puerto

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