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Héroes Igual

final_ap_2.jpg_474627391El mundial se esfuma con los últimos cánticos, bocinazos y el despliegue multicolor de los hinchas marplatenses que una vez más se dieron cita en el Monumento al General San Martín, lo más parecido a un santuario venerando a nuestros players.

La Selección comandada por Sabella, jugó poquito a lo largo de su estadía en Brasil, pero rindió demasiado con los equipos poderosos que enfrentó: Holanda y Alemania.

Atrás quedaron las lágrimas de Maradona en Italia 1990, luego de caer ante los “Teutones” por la mínima, con gol de penal de Andreas Brehme. En aquella oportunidad un forajido disfrazado de árbitro: Edgardo Codesal, les privó a los nuestros levantar la tan codiciada copa, luego de pitar un penal inexistente.

Pasaron 24 años y la historia pareció repetirse. Promediaba la segunda parte en el Maracaná y los nervios jugaron dentro y fuera de la cancha. Hasta los que detestan el fútbol estaban intranquilos y no entendían el porqué de su estado emocional.

El tremendo arquero Neuer anticipó la jugada, fiel a su costumbre, y atropelló a Higuaín, cometiendo una clara infracción, que el juez italiano Nicola Rizzoli, dejó pasar, recordando la madre, la tía y hasta los sobrinos del “Tano”, otra vez la historia pareció repetirse.

Más tarde llegaría el gol de Götze, después de una jugada aislada, que el volante creativo del Bayer Munich definió con gran categoría.

El mundial ya pasó. El llanto de algunos, y las caras largas de otros, no se condicen con la realidad. Fueron más de 20 años de fracasaos y sistemas tácticos que nos dejaron solo malos recuerdos. Esta vez tenemos mucho para festejar porque sin dudas volvimos a sonreír de alguna manera y soñamos que en cuatro años habrá revancha en la fría Rusia.

Una vez más el deporte nos regaló una sonrisa. El “Barba” nos hizo un guiño por todo lo mal que la pasamos en un país a la deriva que en horas nos hará recordar todas las miserias que tenemos que sortear a diario.

Hace 24 años el título de la revista “El Gráfico” reflejaba la entrega de nuestros ídolos de aquel momento. Hoy parodiando el mismo sentimiento les decimos: muchachos son Héroes Igual.

Gastón

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